Psyche

8. Busan, año 1798

Dedicado a Neko-Death por su presión, siento la demora, aprecio tus amenazas de muerte jajaja XD, es lindo saber que esperas la actu, love you ♡♡

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Han pasado:

- 76 años desde que Seung y Ji se conocieron en Londres.

- 37 años desde que Ji anciano murió de un infarto en Busan.

- 8 años desde que Ji murió siendo un joven enfermo de sida.

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Seung Hyun cerró la puerta de su oficina, comenzó a sentir el calor del sol de media tarde en su espalda, se encontraba en una de las calles de la ciudad, había mucha gente caminando alrededor, pero él llevaba su traje negro así que nadie podía verlo.

La pequeña luz blanca lo guio hasta un callejón estrecho, estaba lleno de basura y escombros, se internó al final y lo vio, la luz del alma que debía recoger se dejaba ver por encima de una manta negra, era un vagabundo a punto de morir, llevaba agonizando en el mismo lugar toda la noche.

Seung Hyun sintió lastima y pena por el hombre desconocido, esa era la peor parte del trabajo para todos los ángeles de la muerte, ese era su castigo, era lo que les obligaba a apreciar la vida, ver la decadencia humana y las atrocidades que eran capaces de hacer las personas cuando se encontraban a punto de morir.

El moreno se quedó junto al otro a esperar que su cuerpo terminara de fallecer, cuando esto ocurrió retiro la psyche y camino con ella flotando en su mano de vuelta para salir del callejón e invocar la puerta. Apenas dio un par de pasos vio que algo se acercaba, se detuvo a mirarlo, era una pelota marón hecha de pieles de animales que entro rodando lentamente al pequeño espacio y se detuvo frente a sus pies.

— Ahí esta... — la figura de un niño apareció trotando en el lugar para alcanzar su pelota.

Seung Hyun sabía que Ji Yong debería tener ocho años, cada día salía a caminar por la ciudad mirando los rostros de los infantes en busca de esos ojos marrones que tanto amaba. Esta vez no fue la excepción, quiso mirar la cara del pequeño mientras se agachaba frente a él para tomar su juguete, pero el sol no alumbraba ahí, el lugar estaba en penumbras y solo pudo ver de forma borrosa su rostro.

Muchas veces Seung Hyun se había preguntado cómo luciría Ji Yong de ocho años, le era difícil imaginárselo, por eso miraba los ojos de los niños, porque creía que sería más fácil reconocerlo por sus ojos que por cualquier otro rasgo de su cuerpo. A pesar de lo que Seung creía, a pesar de no haber podido ver bien sus ojos ni su rostro, ese niño frente a él le pareció familiar, diferente a todos los que había observado en busca de su amado, le pareció muy bajo y delgado para tener ocho años, pero su corazón comenzó a latir muy rápido, la forma en la que se agacho para recoger la pelota, la forma en la que corrió para salir del callejón, todo en él le parecía vagamente familiar.

— No puede ser... — murmuro Seung estático mientras el niño se alejaba afuera del callejón con su juguete.

Seung sintió cosquillas en su mano, la psyche que llevaba se sacudió, él sabía que las almas no podían vivir sin un cuerpo por mucho tiempo y la de ese hombre ya se estaba debilitando, empeoraría si no la llevaba pronto a su oficina, no podía arriesgarse a matar esa alma, eso era igual al asesinato entre los humanos y el castigo para los ángeles de la muerte que cometían tal irresponsabilidad era el infierno.