Disclaimer: Idolish7 es propiedad de Bandai Namco.
-----------------
Riku se había entusiasmado después de conseguir la llave del cuarto de Iori, una vez que este había salido de compras con Mitsuki. Era la oportunidad perfecta para entrar al cuarto de su "novio" (no tan oficial, ya que estaba prohibido) y poder juguetear con las cosas del muchacho sin que este comenzara a reñirle por curioso. Sí, era curioso, ¡pero sólo con él! Y por eso encontraba injusto que se enfadara con él, sólo quería aprender un poco más de sus gustos, de sus manías...
Abrió la puerta del cuarto con nerviosismo escuchando el irritante sonido de las bisagras de la puerta. Su mano sobre el pomo estaba algo sudorosa y eso evidenciaba su ansiedad. ¡Ah! Era asfixiante, ¿siempre se sintió así el cálido cuarto del de cabellos obscuros? Recién caía en cuenta del color de las cortinas, o del piso increíblemente encerado que Iori siempre mantenía.
Se sonrojó ligeramente, dejando caer las llaves a la alfombra que amortiguó el sonido de estas. Claro que no tenía tiempo de notar lo ordenada que la habitación de su pareja estaba, claro que no había podido mirar apropiadamente los cuadros que estaban sobre la pared, o las varias revistas donde el grupo estaba en la portada. No, no hubo tiempo de analizar todas estas cosas si cada vez que entraba ahí, su respiración agitada sobre la boca de Iori le hacía agua los sentidos, si la ropa comenzaba a apretarle el cuerpo, si la sentía más pequeña cada que Iori, con sutileza, le desprendía una a una las prendas de ropa, de esa polera amarilla que siempre usaba como atuendo casual... ¡no! Riku llevó sus manos a sus mejillas haciendo que en la habitación resonasen el choque de estas. Sus mofletes enrojecidos delataban que, debía dejar de pensar cosas, y debía hacer lo que definitivamente le convocaba a el cuarto esa tarde.
Mitsuki había dicho que era buena idea explorar las cosas de Iori "hay un montón de cosas que él no te ha entregado, pero no abras la puerta del closet, porque lo notará" y eso lo llevó ahí, a donde estaba, ahora sonrojado y nervioso. Podrían descubrirlo, cuestionarle, y él en desespero terminaría confesando todo y ¡ah! Otra vez se distraía con esos ruidosos pensamientos.
Mejor pensaba en Iori. Estaba en su cuarto. Esa vez no estaban para "jugar" o dejar su ropa desordenada sobre las cestas de ropa bajo gemidos ahogados en besos, no. Esa vez estaba para ser un niño pequeño en una dulcería.
Comenzó por acercarse a un mueble, y abrir una cajonera celeste. El primer cajón estaba repleto de poleras con diferentes tonos de crema.
"¿será que le tiene manía a esta polera, o al color en específico?" Se preguntó mentalmente, curioso, viendo que había una definitivamente tres tallas más grande de lo que Iori usaba.
"¿Por qué tendrá esto? Él es bastante... " por un momento, tragó pesado al pensar en la yema de sus dedos trazando y explorando el suave cuerpo de el de orbes grises "... tonificado" pensó, tragando en seco y sacudiendo su cabeza.
Algo malo estaba pasando con él, ¡algo muy malo! Quizás echaba de menos a Iori, quizá quería verlo ahora mismo, en ese lugar, y acunarse contra su pecho mientras inhalaba su aroma (al que era adicto sin caer en cuenta).
Su temperatura corporal comenzó a subir. Sí, ya comprendía por qué Iori no le dejaba entrar ahí; era un elixir de seducción todo el ambiente del sitio, era un afrodisíaco para el cuerpo de Riku, era la heteronomia de Iori vacilante en el momento en que sus labios chocaban con respiración humeante, con un vaho que escapaba en jadeos. Con un ligero mareo, el pelirrojo se subió a la cama, apoyó sus palmas abiertas sobre esta (aún con la polera tres tallas más grandes, en su mano), y trató de relajarse. ¿Sería uno de sus típicos ataques? Esa vez se sentía diferente, como inevitable, y apretaba la polera mientras su pecho subía y bajaba, subía y bajaba, subía... la curiosidad siguió carcomiendole, ¿cuántas tallas más grandes le quedaba aquella prenda? Quizás si se quitaba la polera, y se probaba la que tenía en su mano...
Se quitó la ropa sin cuidado. Se sentía asfixiado. Era molesto estar sin Iori, y tal vez este lo reprendiera luego, pero no quería irse aún, ¡no todavía! Quería jugar a explorar esas emociones un poco más.
Se la probó. Definitivamente era enorme, ¡le cubría los pantalones cortos! Se sentía como usando un vestido. ¿Por qué Iori guardaba eso?
-¿Por qué la puerta del cuarto está- -Se escuchó con claridad antes del silencio absoluto. Los ojos de ambos chicos hicieron contacto de manera chispeante, y la mirada de Iori recorrió de pies a cabeza la apariencia de Riku.
-Emm, Iori, yo... -Alcanzó a distinguir el rostro sonrojado de Iori y un portazo de gran magnitud, seguido de un "lo siento".
Riku se aruñaba suavemente la mejilla mientras no entendía la situación, pero respiraba más tranquilo.
"Quizás tenía el presentimiento... de que el lobo vendría por la caperucita" dijo, mientras se abrazaba a la amplia prenda de ropa que aún estaba sobre su cuerpo.
Iori, mientras, se carcomía la consciencia. No sabía de dónde había salido su autocontrol, y en parte, agradecía que existiera.
"Pero es que esa polera era precisamente para que la usara así..." y su mano cubrió el rostro sonrojado del de cabellos obscuros, que había huido de manera veloz de su propio cuarto.
"Ngh... Nanase-san está siendo demasiado injusto" pensó Iori, sintiendo calor.
Al parecer, había descubierto que le gustaba mucho como lucía el pelirrojo con prendas anchas.
Aunque no había forma mejor de apreciar la silueta y la belleza pura de Riku en su esplendor, que verle sin un centímetro de ropa, y sintiéndolo rasguñar su espalda.
Esa vista mental ya le había gustado...
ESTÁS LEYENDO
[IDOLiSH7] Drabbles (IoRiku)
FanfictionIori y Riku tenían cierto magnetismo desde hace algún tiempo, pero no fue hasta hace poco, que comenzaron con sus "juegos". Mientras los demás no se enteraran... --------------------------- Una serie de drabbles que en un principio eran el "kinkocto...