Capitulo 13 Una Nueva Integrante

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Después de lo sucedido Marcela se quedó dormida en los brazos de Gustavo pero un tiempo después este se levanta y sale de la habitación, cuando Marcela se despierta y se da cuenta que Gustavo no está a su lado su corazón se acelera y recuerda sus palabras de hace rato.

Yo me cuido solo y no te preocupes Marcela yo me iré pero es necesario que te quedes aquí está casa es más segura que la tuya.

Ella se levantó y se colocó lo primero que encontró.

—¡Noo, Gustavo!.—salio corriendo.—¡Gustavo!.—lo llamo y se apoyó en el sofá porque sus lágrimas no la dejaban ver.

—¿Marcela que ocurre?.—pregunto Gustavo que salió corriendo de la cocina cuando escucho sus gritos y ella levantó su cara y se le lanzó encima.

—Pen...Pensé.. que.. me.. habías dejado...Tu dijiste...—y se echó a llorar.

El la abrazo fuertemente y llego a la conclusión que no solo él era dependiente también ella ya lo era.

—Ya cálmate estoy aquí.—meciendola para que se calmara.

—¿Ya estás más tranquila?.—a sintio que afirmó con la cabeza.

—Entonces baja para que me vayas a hacer el desayuno porque el que yo estaba haciendo ya se me quemo ¿hueles verdad?.—ella ríe bajandose y secando sus lágrimas.

Él se agachó y le dió un beso en los labios.

—Ven vamos a la cocina.—tomandola de la mano y corriendo a la cocina que se iba a incendiar.

—¿Se quemo todo?.—pregunto ella con pena.

—Si el revoltillo de huevos si, las arepas aún no.— y ella abrió los ojos emocionada.

—¿Arepas?.—El sonrió y era hermoso su sonrisa llegaba a sus ojos y  estos se iluminaban.

—Si ese es el premio por haberme derrivado.— y ella baja la mirada.

—Lo siento de verdad, me duele mucho lo que te hice.— ya sus ojos se estaban cristalizando.

—Mira si, me moleste y me dolió que me agredieras pero después pensé fríamente esto es una reacción normal de alguien que fue abusada y maltratada físicamente, tu mente se bloquea y se defiende con lo que encuentre.—Ella lo mira con asombro porque fue exactamente lo que le ocurrió.

—¿Eres Psicólogo?.—pregunto ella.

—Mi carrera trata las conductas humanas y si vemos una rama de la psicología.—dice el con orgullo.

—Y que me recomiendas ¿sería bueno que vaya a un psicólogo?.—pregunta ella seriamente.

—Tendrás que ir si quieres controlar tu irá y tus miedos pero eso sólo lo decides tú.—ella asintió rodeo con sus brazos el cuello de Gustavo dándole un intenso beso que duró hasta que ambos se quedaron sin respiración, para luego ayudarle hacer el desayuno nuevamente.

Pasaron todo el día juntos pero llegando la tarde Gustavo le informo que saldría por algunas provisiones y que no debía abrirle la puerta a nadie a menos que fueran algunos de sus amigos.

Marcela se quedó pensando en lo que debía hacer no podía quedarse encerrada en la casa de Gustavo solo por el miedo de que alguna de esas personas la encontrase y le hiciera daño, ella no era así, ella enfrentaba sus problemas pero ahora no solo se trata de ella ahora estaba Gustavo de por medio y le daba pavor que algo le sucediera.

Ahora entendía los actos de Lucía con Gabriel sabía que ella haría exactamente lo mismo solo por salvar el amor de su vida.

La puerta se abrió después de un rato y miro que Gustavo entraba con una sonrisa en la cara.

—¿Se puede saber porque tienes esa cara tan picarona?.—El se encogió de los hombro y mostró unas bolsas y se le quedó mirando con intensidad.

—¡Un ratooonnn! ¡Gustavoooo ayudameeee!.—gritando y saltando sobre el sofá mientras Gustavo reía sin parar.

—Dios quien te viera no y que eras una mujer ruda.—Señalando debajo del sofá y ella abría los ojos inmensamente.

—Mi vida, mi amor, mi rubio precioso, mi gus por favor ¡maaataaalooo!.— Gustavo reía con ganas y se agachó en el sofá.

—Ven acá preciosa que mami cómo que no te quiere.—su mirada de interogante era digna de ver.

—¿Mama, desde cuándo soy la madre de una rata peluda?.—ya se estaba molestando no podía creer que la estuviera llamando rata cerro los ojos para contenerse.

—Mi flaca abre los ojos.—su voz fue un susurro y ella poco a poco fue abriendo los ojos para llevarse una grata sorpresa.

—¿Eso es lo que estoy pensando que es?.—El asintió con su hermosa sonrisa.

—¿No te gusta?.—pregunto él.

—Siii es precioso, ¡me encanta voy a tener una mascota preciosa!.—bajando del sofá para tomar el cachorrito.

—Una compañerita será nuestra consentida, será de los dos.—ella lo miro a los ojos y supo que él le estaba enviando un mensaje disfrazado.

—Será de los dos como muchas otras cosas.—dándole un beso y abrazando a los dos.

—Te amo.—devolviéndole el beso.

—Yo también te amo nunca lo olvides.—gustavo colocó a la cachorra en el piso y luego fue a colocar el helado en la nevera en cuestiones de segundo la carga en sus brazos en dirección a la habitación.

Se entregaron sin reparos y sin restricciones Marcela rogando de que esa felicidad nunca llegue a su fin y él que nadie la apartará de su lado.

Y como si predijera el futuro una jauría de lobos estaban a sus acechos.

Estaban rodeados y aunque sabían que existía persona detrás de ellos nunca pensaron que tan cerca estaba el día de su separación y el inmenso dolor que sufrían sus corazones por tener que alejarse en contra de sus voluntadades.

LES DIGO QUES ESTA SEMANA HE ESTADO FUERA Y NO HE TENIDO TIEMPO DE ACTUALIZAR MIL DISCULPA POR LA ESPERA ESTE ES UB CAPITULO CORTO PORQUE YA VIENE EL DESENLACE DE LA HISTORIA.

¿QUIEN QUERRA HACERLE DAÑO?

¿PODRAN SEGUIR MANTENIENDO ESE AMOR AUN CUANDO LAS COSAS SE SALEN DE CONTROL?.

NO SE OLVIDEN DE REGALARME MIS ESTRELLITAS.

PRONTO ME DEDICARE A USTEDES CON AHÍNCO.

SE LES QUIERE.

No Eres Tú #03Donde viven las historias. Descúbrelo ahora