Capítulo 5: Fogata 4

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Parpadee repetidas veces, hasta que llegará un punto en el que entendiera todo. Finalmente apreté los labios y miré los ojos de aquel chico.

—Lo siento... –pronunció y le detuve colocando la mano frente a mí, señalando un alto

—No digas nada, ésto no pasó. Es más, tampoco nos conocimos...–suspiré y miré el suelo, él tomó mi mano y, casi a la fuerza me hizo mirarle a los ojos, agitándola varias veces..

—Entonces si no nos conocimos, déjame hacerlo ahora- apretó mi mano con las dos suyas- pasemos el uno junto al otro, sonriamos al hacerlo. Tengamos una amistad y poco a poco desarrollemos lo que se tenga que dar, juro que aceptaré lo que sea que se nos dé la oportunidad. -sonreí, no por lo que decía, sino porque algo en su mirada me decía que estaba seguro que si no aceptaba, me arrepentiría tarde o temprano.

-De acuerdo. – le solté y retrocedí unos cuantos pasos, pasé junto a él y reí, para después decir: –No sé si te conozco de algún lugar, pero me gusta tu loción... ¿Podrías decirme el nombre? Quizá la use yo, algún día.

- Ehhhh.... –El chico trató de entenderme, ladeando su rostro y rascando su cabeza, mientras soltaba una risa de incomodidad, añadió –Champú, me parece... –sus mejillas se enrojecieron <<—Éste chico se sonroja demasiado –pensé y reí>>

—Mi nombre es Aly —dije son pensar y le tomé de la mano, para después estrecharla —quizá la edad no importe demasiado y te lo diré otro día... —le solté y comencé a caminar en dirección a casa, para después voltear y despedirme con la mano en alto —Adiós –grité y él sólo comenzó a reír. Cuando estaba a punto de girar para llegar a casa le escuché gritar...

—Por cierto, mi nombre es Sam... –después de eso salió corriendo, de vuelta al parque.

Ya que estaba en casa, recostada boca abajo en mi cama, me di cuenta que en él encontraba algo que me llamaba la atención, que siempre lo había hecho. Todas ésas veces en que habíamos cruzado miradas... Siempre habíamos logrado algo más y algo simple, algo cómo ése choque eléctrico del que tanto te hablan... o eso quise creer, realmente no puedo poner más palabras porque no tengo idea de si lo que hay entre nosotros sea así. Porque quizá el beso no había sido nada más que un saludo... En algunos lugares se saludan así, ¿no?

Y, entre tantas vueltas y vueltas, el sueño me dominó y logré quedarme dormida cómo no lo había hecho en días anteriores... Lo sé, porque me desperté hasta la una y media de la tarde. Perdí más de tres cuartas partes de clases y tenía llamadas perdidas de Nathan, más de las que me gustaría, realmente.

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⏰ Última actualización: Jul 20, 2018 ⏰

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Historia de amor de un desamorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora