Capítulo 1

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Estiré el brazo hacia la mesita donde reposaba mi móvil y miré el reloj una vez más: hacía quince minutos que Mangle debería estar en mi casa para pasar una bonita y divertida tarde juntas.
Encendí el móvil y vi que tenía un mensaje:

Me ha salido un imprevisto y no he podido ir a tu casa. Lo siento.

-Mangle

Apagué otra vez el móvil y me eché en sofá otra vez.
Genial, quince minutos esperando a mi mejor amiga para hacer cualquier cosa y escapar de este asqueroso aburrimiento y ahora no puede venir.
Increíble.

Así que decidí salir a hacer algo.
Fui un rato a una bonita heladeria, pero era muy aburrido estar ahí sola, así que decidí dar una vuelta por las calles a ver si encontraba a alguien.

De lejos vi a Mangle parada en medio de la acera mirando a Foxy como si no hubiera un mañana. No me lo creo, en fin, se suponía que tenía cosas que hacer. Nunca llegué a imaginarme que sus bonitos planes fueran mirar a Foxy como una loca psicópata, espiandole desde el otro lado de la calle. Fui corriendo hacia ella cuando de repente se me cayó el helado que llevaba en mi mano.
Caracoles.
Era de mora, mi favorito.

-Esta cosa está fría.

Levanté la miraba y vi a Freddy, mi compañero de clase.

-¿A que te refieres? O, vaya

Miré sus relucientes zapatos con una bola de helado pegada.

-Esto... ¿Te ayudo?

Entiende que te quiero... JoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora