Esa frase me dolió mucho. La había dicho con burla, y eso viniendo de Freddy me resultó repugnante. Al ver mi expresión dolida, rió aún más. Ese no era el Freddy que yo conocía.
-Que calladita, Joy. ¿Verdad?
-Que inteligente el comentario por tu parte. ¿Verdad? Búscate un bosque y piérdete en él, si nos quieres hacer un favor a todos.
De repente me sentía más segura de mi misma, con un nuevo coraje recorriéndome el cuerpo. Le miré a los ojos con furia, y de repente le pasó algo. Sus anteriores ojos de color negro volvieron a los de siempre, azul claro. Su expresión ya no era de burla ni mucho menos, era más bien de culpabilidad. Aunque me importó más bien poco. ¿Por qué tenía que cambiar todo el rato de personalidad? Era algo raro, a veces sentía que el tenía como dos almas dentro de un mismo cuerpo. Se que puede sonar absurdo, pero es que es rarísimo que de un día para otro sea completamente encantador y al siguiente todo lo contrario.
Pero ya estaba harta de que estuviera cambiando siempre. Empecé a caminar hacia la salida, y ni siquiera le miré a la cara.
-Joy, espera... -Freddy corrió detrás mio, pero yo le aparté de un empujón más fuerte de lo que pretendía. Eché a correr, y me paré en el pasillo, donde me apoyé en la pared y dejé que un par de lágrimas se escurrieran por mis mejillas.
¿Por qué él me importaba tanto?
ESTÁS LEYENDO
Entiende que te quiero... Joy
Hayran KurguJoy está un poco harta de todo. Estos días su mejor amiga Mangle se ha permanecido un poco ausente y no quiere decirle nada. El chico que la tiene loca no le hace caso, y no quiere convertir a nadie en segundo plato. Es un lío de confusión y demás s...