Capitulo III ¿Quién eres?

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- Un gusto conocerla Señorita Mazzanti- Dice y se acerca un poco más a mí, acorralándome de cierto modo contra la barra. Apoyo mis codos en esta mientras siento como mis piernas tiemblan un poco- Y si me lo permite nos podemos conocer mejor- Dice, no le aparto la mirada, me mantengo lo más fuerte que puedo- Claro, por el hecho de que yo sé muchas cosas de usted, y usted pocas de mí. – Me sonríe de esa forma descarada, mientras sus ojos se oscurecen un poco, viajan hasta mis labios y se pasa la lengua tentativamente sobre los suyo. Joder, ¿Que harás con esa boca?

- El gusto es mío- Aquella tensión sigue presente.

- ¿Le puedo invitar un trago? – Hace una pausa mientras se acomoda los rulos que le caen al rostro- Digo, para conocernos mejor.

- Invíteme a bailar mejor- Digo suavemente, necesito sacarle información a este tipo, pero también quiero divertirme un rato, y ¿Por qué no?

Me regala una sonrisa coqueta, no espera algún tipo de autorización para tomar mi mano y llevarme al fondo de la improvisada pista, nos abrimos paso entre la gente, o a decir verdad la gente le abre camino a él. Todo él es imponente, su sonrisa no ha desaparecido pero aun así esa aura de peligro no se esfuma. Al llegar a un punto de la pista se detiene y entonces fijo mi vista en el mismo punto en que él la tiene. Mi primo nos mira desde la zona V.I.P. expectante, advirtiéndome con la mirada, él sabe que esto terminara mal, todos los presentes lo sabemos.

El chico rizado sigue caminando hacia la parte más oculta de la pista, la iluminación es mínima, nos perdemos un mar de siluetas sin rostro. Se detiene y se gira para mirarme, sin permiso me toma de la cintura y me acerca a él, a su cuerpo, sus manos juegan tentativamente en mi cintura mientras nos movemos al ritmo de la música, mis manos se dirigen a su cuello y me acerco un poco más el, moviendo mis caderas frente él. Sus ojos me registran de pies a cabeza haciendo una especial atención a mi escote, luego a mis labios y finalmente se posan en mis ojos. Paso mi mano por su torso, trae una camisa negra que enmarca de una manera deliciosa y sublime, en ese momento algo en sus ojos cambia como si la realidad lo golpeara, y de forma abrupta me acorrala contra la pared, haciendo chocar mi espalda contra esta. No sé qué ha pasado pero su respiración es pesada, y la mía toma el mismo ritmo con el pasar del tiempo, solo me mira con una expresión de confusión, miles de pensamientos vuelan en sus ojos aun así no se mueve ni un centímetro.

- ¿Por qué has regresado, Natalie?- Dice arrastrando las palabras con su voz ronca, yo no puedo decir nada, no sé a qué se refiere en concreto, sé que esto va más allá de lo que soy consiente ahora- Mmm, dime mi bella Natalie, ¿Qué viniste a hacer acá?- Dice mientras acerca sus caderas a mí, invadiendo mi espacio. Su respiración se funde con la mía, y un pequeño gruñido se escapa de su boca cuando pongo mi mano en su pecho, sin intención alguna de moverla.

- Dime Harry Styles ¿Quién eres?- Mi voz suena más pesada de lo usual, él me sonríe.

- Eso no es mi respuesta – Con que quiere jugar conmigo de esta forma. Bien, vamos a jugar.

- Lo mismo podría decir de la tuya- Mi mano pasea por su torso y siento como se tensa, ¡ya te tengo cariño!- Mira que yo soy una chica muy curiosa- digo mientras lo tomo del cuello, sus ojos se han oscurecido algunos tonos, ya no son verdes, son negros, llenos de deseo y excitación- ¿Que secretos ocultas, Harry?- Diga a unos cuantos centímetros de sus labios, muerde su labio como si de esa forma pudiera ocultar el deseo- Vamos Harry, juega conmigo un rato, déjame saber quién eres.

- Puedes decir que soy un viejo amigo de tu padre, mi bella Natalie-Dice mientras me da un poco de espacio- Él no quería que volvieras mi linda, linda Natalie- Hace una pausa, ¿Qué está pasando acá que no me estoy dando cuenta? – Él quería una mejor vida para ti, lejos de todo esto- Dice acariciando mi rostro con el dorso de su mano, cualquier chispa de deseo se había esfumado y en su lugar había preocupación.

Gun Love - Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora