"De aquí solo se puede salir de dos formas, con una bala en los sesos o con el alma destruida"
"Y ¿Cuál es la que te incluye en el trato?"
"Me temo que lo tendrás que descubrir por tu propia cuenta"
Sin saberlo aún, ambos se estaban metiendo en el j...
Nos tomas unos minutos salir del Club, Harry tenía un poco de prisa, y aunque estábamos a un par de cuadras decidimos tomamos un taxi, además del hecho que nos estábamos devorando a besos también era tarde. Al subirnos al ascensor Harry me coloca contra el frio acero me mira con intensidad, sus hermosos ojos emanan chispas, esta electricidad entre nosotros aumenta, como un imán que no permite que nos alejemos si quiera a un metro, nuestros ojos no se despegan, mi atención es suya, él es el dueño de mi cuerpo, este está sumido por sus órdenes, la forma en que este reacciona solo con su mirada.
- Quiero verte bailando para mí, como en el club – Su voz es ronca, lenta, deliciosa, aquellas palabras se divierten en mi cabeza, me regala una sonrisa malévola, carnal, y lo suficiente para volverme sumisa a sus órdenes.
- Lo que quieras – Digo después de unos segundos.
Las puertas del ascensor se abren revelando el ahora ya conocido pasillo, Harry abre la puerta de su apartamento y me deja pasar de primera, la gran sala se ilumina por la luz de la luna, proporcionándonos la suficiente claridad para que no haya la necesidad de prender algún interruptor.
Al entrar no decimos una sola palabra, Harry me toma de la mano y nos disponemos a subir las escaleras, al llegar al segundo piso en la segunda puerta entramos a una habitación lo suficientemente amplia, tiene un ventanal de piso a techo con una vista preciosa a la ciudad. Harry toma asiento en el sillón de cuero que se encuentra en la habitación, las sabanas son blancas.
- Báilame nena – Ordena adoptando una posición más relajada en el sillón.
Yo me encuentro de pie a escasos 2 metros de él, toma su celular y de pronto comienza a sonar una suave melodía desde un estéreo que hay en la habitación. Yo hago lo que él me pide, comienzo con lentos movimientos, mi corazón comienza a acelerarse mientras veo a aquellos codiciosos ojos que examinan mi cuerpo, su viaje es perezoso, aprecia cada curva, cada trazo de piel, llevo mis manos al borde del vestido y lo levanto un poco mientras doy media vuelta, quedando a espaldas de él, retiro el vestido de mi cuerpo, sacándolo con lentitud, puedo sentir la densa mirada de Harry recorrerme incluso sin verlo.
Giro mi rostro solo un poco para mirarlo sobre el hombro, este tiene su labio inferior cautivo entre sus dientes, aquellos brillantes ojos se dejan ver entre la vana iluminación; aun a sus espaldas y llevando solo ropa interior me muevo un poco más para el deleite suyo y mío, pues esta sensación de deseo es más fuerte de lo que alguna vez he experimentado, sus ojos me consumen, me hacen sentir pequeña y grande a la vez, me devoran con ansias de más. El sostén que llevo tiene el broche en la parte delantera, en medio de los senos, lo desabrocho con lentitud y lo dejo caer al suelo, visualizo una habitación conjunta al fondo de la habitación, camino hacia ella regalándole una vista a Harry, me cuelo en esta y me deshago de mis bragas y la arrojo a la habitación en la que esta Harry, su ronca risa se cuela por la habitación.
- Vamos nena déjame verte – Ordena y yo accedo, salgo de mi pequeño escondite y poso para el recostada a la pared.
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