Gun Love - Harry Styles

Capitulo IX Confesión

- ¿Por qué lo harás? – pregunto impaciente, es obvio que me ha ocultado cosas, todos lo hacemos, yo también tengo un pasado. ¿Cuál es la necesidad de confesarme todo? Ni siquiera somos tan amigos, apenas un par de conocidos.

- Porque me interesas y si la única manera de tener es contándote todo, lo hare.

- No te estoy obligando a hacerlo Harry – Digo con frustración, no quiero que me diga solo por el caos de la situación.

- Lo sé – Sus facciones se han suavizado – Quiero hacerlo, quiere que sepas que es lo que está pasando y quien soy realmente.

- Vamos Nat, ¿No pensaras irte con este idiota? – Interrumpe Jay.

- ¡Cállate Jay! – Exclamo con frustración, odio que hablen por mí - ¿Me contaras todo? – Pregunto a Harry, el asiente. Jay solo bufa- Jay, encárgate de hacer el inventario al llegar a la bodega, llama a Leo y dile que te ayude. Apenas terminen comiencen a distribuir en las calles – Sé que Jay no está feliz con mi decisión pero solo asiente, al fin y al cabo soy su jefa. – Nos vemos en la noche – Digo despidiéndome de él.

- No te confíes del todo Nat – Me dice al oído cuando me acerco a darle un beso en la mejilla, yo solo le regalo una sonrisa.

Jay camina en dirección al auto y desaparece en la carretera, Harry me abre la puerta de copiloto, yo tomo asiento en silencio, el rodea el carro para tomar su puesto, arranca su carro con prisa y comenzamos a andar por la carretera. Llevamos 15 minutos de camino y ninguno de los dos ha dicho algo, me dedico a ver por la ventana mientras vamos a aquel destino incierto para mí, la verdad no sé qué pensar con él, todo es tan confuso y secreto, para ser honesta me desespera un poco, pues la curiosidad es uno de mis grandes defectos.

- Sé que debes estar pensando que soy un idiota – Harry llena el silencio del auto con su ronca voz.

- Eso es seguro – Digo lo suficientemente alto para que me escuche.

- Tienes razón, lo soy – Admite arrastrando las palabras – No quería involucrarte en nada de esto, pero es que eres putamente entrometida, Natallie – Dice un poco divertido, yo intento ocultar mi sonrisa, yo sé que lo soy. – Te lo diré todo, solo estoy buscando las palabras.

- Solo dilo como se te viene a la mente- El asiente y me mira solo por un asegundo.

- Ya casi llegamos a nuestro destino, ahí te contare todo.

Los pocos minutos restantes los pasamos en silencio, nos adentramos en un parqueadero subterráneo de una torre de apartamentos muy lujosos, al estacionar Harry rodea el carro y me abre la puerta, yo le sonrió como agradecimiento. Harry toma mi mano y nos conducimos al ascensor, es hasta ese momento que me percato de la sangre seca en su mano, los cortes en sus nudillos, el enojo de hace un tiempo le distraía del dolor del golpe.

- Estoy bien – Dice cuando se percata de mi atención en su mal herida mano.

- ¿Tienes algo para limpiarte la herida? – El asiente.

Las puertas del ascensor se abren al llegar al piso 6, el pasillo es corto, y no demoramos mucho en llegar a la puerta perteneciente al apartamento de Harry, saca las llaves de su bolsillo trasero y abre la cerradura, me da espacio para que pase de primera, yo le sonrió y me adentro en el apartamento.

El apartamento es moderno, lujoso y para nada ostentoso, la sala se cubre en colores grises y blancos, con baldosines texturizados de madera, muebles de cuero blanco y una sencilla mesa de centro, al fondo se visualiza la cocina. El apartamento es de dos pisos con doble altura en la sala, simplemente hermoso, me sorprendo del orden de este, no es por caer en vanos clichés de hombre pero no es que usualmente sean muy ordenados, ¿Vivirá con alguien?