Jiyeon una joven de tan solo 17 años se enamoró de un hombre que era todo lo que ella soñó, si Bae Soo Bin era un chico amable y de la aldea donde ella vivía, es la menor de 5 hermanos hombres, por ser la única chica ha sido la más protegida por la familia, una chica dedicada a los pocos estudios que podía recibir en la aldea donde solo había hasta secundaria sin oportunidad a una profesión, su padre el señor Yang Hyun Suk, quien quedo viudo hace algunos años atesoraba a su hija como la princesa de la casa, era un hombre con dinero y nunca dejo que les faltara nada. Pero con su hija era muy selectivo a ser la viva imagen de aquella mujer que amo tanto, pero una leucemia se la había arrebatado. El siendo un hombre tan joven a sus 51 años, nunca consiguió a nadie en serio ya que le daba miedo que si entraba alguien a su vida les haría daño a sus hijos y eso era inaceptable.
Como todos los días la rutina de Jiyeon era salir a ayudar a sus hermanos en la casa, ordeñando las vacas, echándole de comer a las gallinas, ir a las caballerizas para alimentar a los caballos, hacer el desayuno para todos con su hermano mayor Jin quien siempre estaba tratando de que su pequeña hermana aprendiera a cocinar sin quemar la casa, a pesar de la discapacidad del chico, era muy inteligente y su padre estaba planeando enviarlo a la capital, porque quería lograr que su hijo por fin escuchara y hablara, sería un proceso difícil pero todo lo que fuera por sus hijos. Para sorpresa de los dos por fin la chica supo hacer un desayuno decente entre lo que cabe ya que no había quemado los huevos, ni regado el chocolate en las estufa, así que esperaron a los demás que estaban en los potreros revisando el ganado.
Escuche ruidos mientras terminaba de servir los desayunos y nos miramos con Jin curiosos, aunque él no escuchaba solo me miro sin entender... para mí los ruidos no eran las familiares risas o palabrotas de sus hermanos y padre acostumbraban a decir mientras que entraban a la casa por la primera comida del día, así que solo sintió como rompían la puerta al entrar y con su hermano rápido corrieron a la puerta de atrás, ella sin poder evitar jalar a su hermano para salvarse de los desconocidos.
-Grave error – Dijo un hombre mientras atrapo a la chica y el hermano quien trataba de escapar fue atrapado por otro hombre que entraba a la cocina por otra parte.
-Pequeña escoria no escaparan así que es mejor que colaboren- dijo sonriendo mientras que atrás de la casa en el tronco donde partían la leña, amarran al chico quien solo luchaba por escapar, sus instintos le decían que corriera... que se salvaran pero no era muy fuerte y sentía que era más una carga que una ayuda, para desgracia de los dos chicos él era sordo mudo y no entendía que pasaba, solo podía ver el terror en los ojos de su hermana.
-Déjenlo ir, el no dirá nada pero no le hagan daño – suplicaba la chica mientras trataba de soltarse de su agresor que solo sonreía sínicamente, ver que tenía una máscara que solo dejaba ver su boca y ojos que eran conocidos o parecidos a unos que la chica había visto antes sin saber que en realidad si era alguien muy conocido por todos en aquella casa.
-¿Crees acaso que soy estúpido? – dijo el hombre fingiendo una voz que no era la propia y le sonrió coqueto – saquen lo que venimos a buscar, solo recibió un asentimiento por los otros dos que lo acompañaban - que aquí la muñequita hará algo para que no lastimemos a su hermanito – tomo a la chica y la empujo a suelo y se subió encima de ella sin contemplación, cuando Jiyeon vio por donde iban las cosas comenzó a tener miedo y temblar.
-Por favor no me hagas daño – suplico sin ningún avance – por favor, llévense lo que quieran pero déjanos ir – Dijo sollozando y recibió una bofetada por parte de su agresor. Sin entender el chico que se hallaba amarrado apretó los puños impotente, sentía sus ojos picar al ver el maltrato hacia su pequeña hermana y odiaba no ser fuerte como sus demás hermanos.
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Cicatrices
FantasySinopsis - Ya nada importa -Dijo mirando aquellos ojos negros brillantes y temblando de miedo al no saber lo incierto, pensó que el dueño de aquellos ojos no veía su miedo. - ¡Ya acaba con esto de una vez!- Grito estérica, no sabía si era el miedo q...