Cicatrices

Capitulo 4: El dolor de no tener amor

Se escuchan gritos desgarradores si te aceras al lugar escondido entre la majestuosa naturaleza, haciendo que sean más sonoros al no haber animales cerca pero sin más, quien escuche seguirá su camino, porque a pesar de todo a nadie le importa que pasa en aquella casa, nadie querrá ayudar a aquella pequeña que solo solloza tendida en una cama, desnuda de la cintura para arriba y dejando su espalda libre para que no duela el escozor que ha dejado el látigo con el que su madre la golpeo por según ella "provocar a papá para que la hiciera suya", ¿quién en sus cinco sentidos creería que aquella niña sin maldad haría que su papito la violara?, pero para victoria, aquella mujer prepotente y hermosa, que nunca podrá tener hijos, odia con todo su ser a Samantha, porque es lo que nunca podría tener y lo que jamás será, una madre. Todos creerían que por ese deseo de ser mamá sería la mejor, pero a diferencia de los deseos de una mujer estéril de tener a quién amar, ella no quiere amar a nadie más que no sea Erick, el esposo amoroso y bueno del que alguna vez se enamoró, lo malo es que aquel hombre que ella recuerda murió el día que su suegro le pidió un heredero para darle lo que le correspondía por derecho y ahí los dos solo se marchitaron en su odio hacia el hombre que solo quería ver a su hijo con una hermosa familia, así como él la tuvo.

Victoria no sabía que su corazón ya había sido envenenado y nunca se puso a pensar que esa niña no merecía todo el dolor que ellos le causaban, pero al escuchar los gritos cuando venía por el camino y que Erick estaba enojado al verla huir y después de enterarse de aquella confesión de su esposo, el cual se mostraba demasiado arrepentido, como toda mujer enamorada odio a la víctima y no al culpable de aquella situación, no sacaba a la mocosa de casa ya que la madre de su esposo quería siempre venir a visitar a la gran familia que se escondía en aquella casa en medio del bosque.

En los linderos siempre estaba Taehyung la beta del Alpha mirando con odio e impotencia, aquella joven que era tan parecida a Suzy, la hermana de Ljoe que había muerto en la guerra y no podía dejar de pensar si era tal vez una broma de la naturaleza, ver aquella joven tan hermosa y tan cerca después del dolor que sufrieron todos al ver a su gran amor en un charco de sangre, asesinada por cazadores que solo querían sacarlos de sus tierras. Todavía dolía que fuera ella quien murió y no él.

Pero el destino y la vida es tan divertida a veces que te da lo que no puedes tener ya, por esa razón quería ayudar a esta pequeña a escapar, la conocía desde que la trajeron a esa casa y todo porque era el único de la manada que sabía cómo pasar de incógnito y que nadie supiera su identidad. Se hacía llamar Antonio y era uno de los ayudantes de la hacienda vecina y de vez en cuando el gran hacendado Erick Seal, hacía que lo llamaran para dar opinión de algún caballo que compro.

No era fácil para el ver aquella niña llorando después de los golpes de su madre y los insultos de su padre, que niña de 10 años va a soportar los latigazos, diez para ser exactos que solo eran el castigo para los esclavos de allí. Taehyung se movía inquieto por el camino prohibido para los humanos y no era para menos, al escuchar que la pequeña se había callado solo por un fuerte grito de aquel imbécil.

¡Cállate perra! .... me duele la cabeza – mientras eso Erick solo suspiraba irritado con ganas de ir y tomar el látigo y dar diez azotes más a la pequeña, aunque se contuvo solo al ver a su esposa triste por haber tocado a la mocosa, pero se sentía poco satisfecho con la poca gracia que tenía su esposa al hacer el amor. Se había vuelto tan monótono que ya quería algo nuevo y la niña estaba ahí lista para ser estrenada por él. Aunque podía disfrutar de las dos. Tomo el brazo de su esposa que pasaba y la sentó en sus piernas y comenzó a besarla, haría hoy el amor con su la mujer que aun ama y después follaría a la mocosa sin que nadie lo viera.