Monstruo

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Esa noche, mientras otros dormían, yo despertaba, pues me había vuelto aquello que todos temían. Ya no estaba llena de luz, solo había oscuridad en mi interior, un corazón tan negro como el carbón y tan frío como el hielo era lo que quedaba de mi cuerpo andante.

Algunos me temían, otros tenía esperanza y otros simplemente sabían que ya no iba a cambiar nunca más, pues cuando te conviertes en un monstruo, no vuelve a haber más humanidad en ti.

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