Halloween

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Eran los años ochenta. La casa fue abandonada hasta hace dos meses donde tres estudiantes decidieron alquilar esta casa.

Dos de ellas Verónica y Aurora no les importaban mucho los estudios, a ellas lo que mas les encantaba era ir de fiesta, de compras y sobretodo acostarse con los chicos mas guapos del mundo. Tenían la fama de ser las almas de la fiesta y para los que les caían mal eran unas guarras que se acostaba con hombres para quedarse embarazadas con alguna enfermedad sexual.

Pero había otra que no era así y que era una amiga suya, se llamaba Nikki. Ella era una chica muy tímida, se centraba en sus estudios y poco mas, no salía de fiesta, a ella le gustaba estar en casa tranquila y nunca había tenido un novio o se había acostado con uno ni quería pensar en eso, se podía decir que era lo contrario de Verónica y Aurora.

Se llevaban bien, se conocía desde el instituto pero Verónica y Aurora le daba vergüenza su forma de ser, tener que compartir casa con una aguafiestas era un infierno para ellas.


Era la noche de Halloween y como cada año la gente del pueblo iban al teatro del pueblo a ver a los artistas a interpretar sus canciones o obras de teatro. Para Verónica y Aurora era una fiesta para soltarse la melena.

Habían quedado para una fiesta en una de las casa del pueblo, Verónica iba disfrazada de bruja y Aurora iba vestida de gata negra, las dos iban muy guapas y muy sexys a la vez.

Bajaban de las escaleras riéndose y hablando de sus cosas, al bajar al salón vieron a Nikki en la mesa grande con libros y hojas que hacían montaña y Nikki sentada en una silla sentada escribiendo apuntes.

-¿En serio Nikki?

-¿Que pasa?

-¿Incluso en la fiesta de Halloween te vas a poner a estudiar?

-Sí. La próxima semana tengo tres exámenes en el mismo día, no tengo que fallar en ninguno de ellos.

-¡Oh vamos! Si queda mucho aun para esto. Sal un poco, ponte algún disfraz que tengas y ven con nosotras a la fiesta que se celebra a cinco manzanas de aquí. Hay chicos muy guapos y puedes conseguir uno que te haga sentir como una reina.

-No gracias, no me gustan las fiestas ya lo sabes.

-Joder tía.

-Déjalo estar Vero. Es imposible convencerla, vámonos que si no llegaremos tarde y quedaremos fatal.

Al salir Aurora dijo:

-Yo creo que es lesbiana...

Nikki ignoro ese comentario y siguió escribiendo.



Ya eran las once y media de la noche, Nikki ya había acabado de hacer las tareas y apuntes, tenía un rato de descanso que ese rato acabo en un sueño. Estaba en el sofá durmiendo con la boca abierta y en la tele daban una película de terror Psicosis, se había quedado dormida mientras la veía.

Fue despertada por el timbre de la entrada, se despertó con un susto y se levanto para ir a la puerta. Antes de abrir la puerta, miro por la mirilla quien era, vio que era una joven de su edad o un poco mas mayor que ella, no llegaba aun a los veinticinco.

-¿Hola? ¿Hay alguien en casa?-Pregunto el chico.

-¿Quien es?-Pregunto Nikki aun sin abrirle la puerta.

-Hola, buenas noches. No quiero molestar pero mi coche se ah quedado sin gasolina y me gustaría llamar a mi casa para decirles que voy a llegar tarde.

Nikki no le dijo nada, se quedo en silencio dudando.

-Por favor déjeme llamar, llevo un buen rato caminando para buscar un sitio para llamar y avisar a mis padres que voy a llegar tarde. Tengo que darme prisa antes de que me roben mi coche, por favor.

Al final Nikki le abrió la puerta.

-¡Oh muchas gracias de verdad!-Dijo el sonriendo de alivio.

-No hay de que. Ven, le acompaño a donde esta mi teléfono.

Le llevo al salón donde en una mesita al lado del sofá estaba el teléfono de casa, una alampara y una figurita de piedra.

-Muchas gracias, le prometo que después de la llamada de pagare.

-Oh tranquilo, no hace falta. Por cierto ¿Cómo se llama?

-Enrique.

-Vale Enrique, si me necesitas cualquier cosa estaré en la cocina.

El asintió y comenzó a teclear el teléfono.


Nikki estaba en la cocina limpiando los platos sucios que había dejado su compañeras, de vez en cuando miraba detrás para ver si veía venir a Enrique, pensaba como podía tardar tanto para hacer una llamada a sus padres para decirles que no llegara a casa porque su coche se ah quedado sin gasolina.

Volvió a darse la vuelta pero esta vez vio de frente a Enrique con una sonrisa que daba un poco de miedo y tenía una mano escondida detrás de su espalda.

-¿Ya has llamado a tus padres?

-No. Estaba organizándome para que seas mi muñeca.-Dijo.

Antes de que Nikki pudiese decir algo o hacer algo, le dio con la figurita de piedra que estaba en la mesita en toda la cabeza dejándola inconsciente con una herida en la cabeza que pronto se crearía un charco pequeño de sangre. 


Eran ahora la una en punto. Verónica y Aurora entraron en casa riendo y cantando una canción a todo pulmón.

-Jajajja ¡Nikki despierta!-Dijo Aurora gritando.

-¡Despierta que te vamos a sacar de fiesta en una discoteca!

Estaban completamente borrachas y con ganas de mas fiesta. Subieron al piso de arriba en busca de su cuarto.

-Nikki despierta...

Dejaron las risas y los gritos de golpe al ver a Nikki muerta en su cama. Estaba el cuarto empapado de sangre, sus brazos y piernas fuero retirados y sustituidos por brazos de plástico y estaba desnuda, parecía que alguien le había violado y asesinado al mismo tiempo.

Estaban en shock, Verónica al ver esta escena digna de una peli de terror hecho a vomitar y volvió a levantarse pero cuando se giro para ver la cara de su amiga, vio que tenía un cuchillo clavado en la parte de atrás de su cabeza. Se le saco el cuchillo y cayo al suelo.

Verónica se volteo lentamente para ver el asesino que estaba lleno de sangre y con una sonrisa perturbadora. Estaba a punto de gritar pero le hizo un corte en el cuello que la sangre comenzó a salir y haciendo ahogar en su propia sangre que cayo al suelo junto a su amiga.


Ah la mañana siguiente los cuerpos fueron encontrado en la casa por una vecina que vio la puerta abierta y vio a las tres chicas tumbadas cada una en su cama con vestidos de princesas sus brazos y piernas habían sido sustituidos por unos de plástico y sus caras fueron tapadas con mascara de muñecas.

El asesino nunca se encontró.

Pesadilla vivienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora