Varios registros antiguos de la ciudad de Derry han dado a conocer que la tasa de asesinatos, muertes y desapariciones incrementa drásticamente cada cierto tiempo; cada 27 años para ser exactos.
Estos raros acontecimientos incluyen niños y jóvenes desaparecidos diariamente, incremento en actos violentos, cuerpos sin vida encontrados cerca de alcantarillas, en el bosque o en lagos. Sin embargo, la población de este pueblo parece ya estar acostumbrándose, es más, puede parecer que les da igual y prefieren quedar hundidos en la ignorancia de estos casos.
No se es seguro cuál es la cifra exacta de las bajas alrededor de esa temporada, pero en esta ocasión, en octubre de 1988, varios jóvenes serán testigos y vivirán en carne propia la verdadera razón de estos acontecimientos, entre ellos, un joven de 15 años, Dylan Mackenzie.
