-¡MALDICIÓN, TONY ABRE LA PUERTA!- gritaba tocando la puerta de aquel chico de ojos negros y cabello obscuro, Tony y yo nos conocíamos desde pequeños, nuestras mamás fueron amigas en su infanicia y ahora nosotros igual.
-¡Ya voy Dylan!- gritaba Tony mientras abría la puerta. -¿Qué pasó, porque tan apurado?-, no los escuché y simplemente me metí dentro de su casa y me recosté en le sillón. -Tony- empecé -no se como decirte esto, es muy extraño, pero se que somos mejores amigos y me creerás, ¿verdad?-.
-Si Dylan, tranquilo, que pasó- me respondió Tony. Yo no supe como empezar a contarle, era una experiencia tan aterradora y tan poco común que podría esperar varias reacciones de su parte. -Recuerdas a Bill, el chico tartamudo de la escuela, bueno pues vi a su hermano menor George afuera cuando estaba lloviendo y no se como o porque, pero ALGO, se lo llevó al drenaje y, eso lo asesino. ENTIENDES TONY, ESO LO ASESINÓ-.
Calmado como siempre Tony me abrazó fuertemente, creo que era algo que necesitaba, estaba tan asustado y en shock que necesitaba que alguien pusiera los pies en la tierra. Después me sentó en su sofá y me dijo -Dylan, yo se que estas asustado y todo eso, y eres mi mejor amigo, así que cada maldita palabra de lo que me dices te creo, pero necesito que me digas todo tal cual sucedió-, yo asentí y le explique lo que paso, el grito, la sangre, las voces. ABSOLUTAMENTE TODO.
Por algo Tony era mi mejor amigo, no despegó su atención ni por un segundo, y al final me tranquilizó. -Sabes, creo que viviste algo muy fuerte y entiendo que no quieras pasar por la misma calle, incluso no volverte a bañar en esa regadera, si quieres le hablo a mi mamá a su oficina para que te quedes a dormir en mi casa, que dices-, yo me reí y respondí -¡Por supuesto! -.
-Estas loco Dylan- fue lo último que me dijo antes de irse a llamar al teléfono. El sol ya había salido y cambiaba la perspectiva de mi día, hasta que me puse a pensar, si yo estoy afectado por la muerte de aquel niñito, como debería de estar su familia, es más. ELLOS SABRÍAN QUE GEORGIE ESTABA MUERTO. ¿TENDRIA QUE DECIRLES?, ¿QUE TAL SI NO ME CREEN?, ¿Y SI PIENSAN QUE YO FUI EL ASESINO?.
De pronto, una lluvia de preocupaciones inundaron mi cabeza, de nuevo había caído en pánico y me sentía como si cayera de un hoyo negro muuy profundo y sin saber hasta donde acaba. Sin embargo, de nuevo, Tony me sacó de mis pensamientos. -Mi mamá ya habló con tu mamá y está de acuerdo, te puedes quedar a dormir en casa hoy-.
Me hizo una sonrisa y me señaló las escaleras, lo cual significaba que subiera mis a su cuarto, íbamos subiera do las escaleras cuando se me ocurrió preguntarle -Tony, crees que sería buena idea decirle a Bill-, él solo hizo una mueca de disgusto y respondió -no lo creo Dylan, ese chico es algo inseguro y tal vez no te crean. Así que aunque suene triste, dejemos que ellos mismos se den cuenta-.
Listo, eso me resolvió todas mis dudas y volví a ser el mismo Dylan de siempre, le di un zape y subí aun más rápido.
