No lo podía creer, esto debería de ser un sueño, no para nada....UNA PESADILLA.
Pasaron varios minutos, hasta que me di cuenta de que aun seguía bajo la lluvia y me metí a mi casa. Mi cerebro aún no podía procesar: yo había visto como un niño pequeño había sido arrastrado hasta las alcantarillas... por quien sabe que. Tenía muchos pensamientos, ¿debía salir a buscarlo? ¿debería pedir ayuda?.
No podía pensar bien, así que decidí darme un buen baño. Me quite mi camisa, mis zapatos, mis calcetines, mis shorts y por último la ropa interior, y me metí a la regadera.
El agua estaba caliente, justamente para aliviarme de la lluvia fría. Me moje el cabello y después la cara, tome el jabón y empecé a hacer espuma. De repente, oí una voz, era una terrible y tenebrosa voz, y al fondo, se oí el pequeño llanto de un niño.
-Por favor no me hagas daño- lloraba el niño, pero la otra voz no contestaba, solo reía y reía y reía, parecía escucharse la voz desde la alcantarilla. -Ohh Gerogie, delicioso Georgie, no voy a hacerte daño. No. Solo vas a flotar- dijo la voz que se reía tan maliciosamente, -yo no quiero flotar, yo quiero a mi hermano- contesto el niño, -TU NO VAS A IR A NINGUNA PARTE, SOLO A MI BOCA- el Niño soltó un gran grito y sobrevino un enorme silencio.
Yo no sabía si era cierto, me pareció escuchar a... a Georgie, parecía que estaba sufriendo. No, no es real es solo una alucinación. De reprende volví a escuchar una risa, la risa que me pone los nervios de punta, y susurro -Dylan-.
Yo creí que era mi madre, pero no fue hasta que la voz volvió a hablar cuando casi caigo en el baño. -Dylan McClain, quieres venir a jugar con Georgie, ahora él está flotando...y pronto TU TAMBIÉN FLOTARÁS-.
Y de la nada,empezó a salir muchísima sangre de la coladera y empezó a salpicarme, tome una toalla y salí corriendo, pronto la sangre comenzó a ponerse más espesa y comenzaron a salir pedazos de carne humana.
Volví al baño con un palo para poder golpear cualquier cosa que saliera de la coladera, pero ya no había nada, y solo se oí cada vez más lejos la voz que decía -también flotaras-.
POR NADA VOLVERÍA A BAÑARME EN ESE BAÑO, PREFIERO EL DE MI CUARTO. Esto se estaba poniendo extraño, tal vez me estoy poniendo loco o tal vez no.
Me puse ropa seca y tome un paraguas, salí de la casa pero ya no estaba lloviendo, así que lo dejé y corrí y corrí.
Hacia la casa de Tony.