Citas

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Los personajes de Resident Evil no son míos, (sigo molesta con el tema de Steve Y Wesker tuviera una muerte más digna) son de CAPCOM. Pero la idea y la trama de esta historia sí. Díganlo conmigo chicos: Queda prohibido la reproducción de esto sin la aprobación del autor y ¡que muera el plagio!

Sin más los dejo con la lectura

The War of Seduction

Capítulo 2: Citas.

[Tanteando el terreno desconocido]

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Leon Kennedy suspiró satisfactoriamente notando el relajante clima tras la ventana de su oficina. Las copas de los árboles meciéndose lentamente creaba una imagen tranquila, algo habitual de Raccoon City. Retrocedió cuatro pasos atrás observando el escritorio de madera y el portafolio negro. Quería irse a descansar pero Steve había llamado para reunirse y contra todo pronóstico ahí estaba .

El rubio gruñó, aferrando entre sus manos un portafolio negro. Lo colocó sobre la mesa, quitó los seguros y sacó varias carpetas color manila que contenían varios archivos para evaluar. Era policía, su trabajo no le permitía tener algún descanso coherente ni siquiera cuando al fin le habían aprobado las vacaciones. ¿Qué hacía perdiendo el tiempo esperando a un idiota? Horas atrás recibió la llamada colérica del pelirrojo, las absurdas quejas del porqué diablos se habían perdido la boda de los Wong y, luego lo habían citado en su despacho con tanta tranquilidad que no era nada natural de Steve.

–Ese bastardo es realmente molesto... –se masajeó el cuello, intentando controlar el estrés. –espero sea importante o si no le patearé el trasero.

Leyó el primer expediente malhumorado, evaluando el caso perdido de un convicto acusado de asesinato en primer grado y del cual le tocaba testificar a favor gracias a las órdenes del abogado. Aunque las pruebas estaban en su contra Steve tenía fe en que aquel tipo era inocente.

–Maldición... –murmuró, y dejó caer la cabeza hacia atrás.

–Creía que estabas en Raccoon para olvidar tu trabajo, oficial Kennedy. –habló alguien que entró a la habitación. Leon cerró los ojos ante el crudo sarcasmo del hombre. Frunció el ceño y lo escuchó sentarse frente a él.

–Hola Jake, han pasado años sin verte ¿quieres una taza de café? – añadió mordaz, mordiéndose la lengua. – siento no recibirte con el almuerzo preparado cariño, tengo trabajo como podrás ver y ese maldito de Steve lleva veinte minutos retrasado, si vienes a molestar te advierto que estoy de pésimo humor.

Abrió los ojos. Se encontró con un hombre de cabello rojo corto, casi militar. Sus ojos grises lo miraban acompañados de una sonrisa irónica por el comentario y traía consigo una camisa de vestir negra, acompañado de unos jeans mezclilla. Los zapatos negros le hicieron recordar que Jake Muller nunca sería alguien común por mucho que lo intentara. Todo él exudaba autoridad como su figura paterna, y siendo hijo del ex director de Umbrella era un bonus menos favorecedor.

El pelirrojo observó al policía, examinándolo detenidamente. La llamada de Steve el día anterior todavía resonaba contra su oído, le recalcó la falta sobre el matrimonio de los Wong y seguro tanto él como Leon desconocían la insistencia de Burnside con respecto a la temática. Se recostó en el asiento libre, jugueteando con el resto de los papeles sobre la mesa y ello enojó al rubio. No le dio demasiada importancia, seguro él igual tenía la misma expresión en el rostro pues si algo detestaba del pelirrojo hombre era que Steve tenía la capacidad de convencer a las personas de participar hasta en los eventos menos pensados.

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