Relatos de una chica Acosada #WinterAwards2018

Parte 4

2013

Quien diría que cuando quieres que el tiempo pase rápido, éste más bien se siente eterno?

Así sentí yo toda la primaria, sentí que jamás salía de allí. Hay chicos que dicen extrañar el lugar donde dejaron atrás su niñez, el lugar que los vió crecer, pero éste no es mi caso, desde el momento en que salí de allí sentí que por primera vez después de mucho tiempo al fin podía respirar en paz.

Logré sobrevivir gracias a el apoyo que me brindaron Amy, Ashly, Claudia y Tomasa, gracias a ellas las constantes humillaciones que recibía de parte de los demás cesaron considerablemente, estoy en deuda con ellas.

Estoy en primero de la secu, los chicos aquí son muy amables, incluso he logrado hacer más amigos que lo que logré hacer en todos los años que cursé la primaria.

He conocido a una chica, su nombre es Karla, ella es una estupenda persona, es graciosa, generosa, siempre te saca una sonrisa, ella es mi mejor amiga.

Pero como la vida se empeña en hacerme sufrir me he dado cuenta de que todas las veces que Karla falla a clases es porque tiene que ir al médico, ella padece de leucemia.

Ella y yo somos inseparables, siempre compartimos la merienda que compramos, siempre tenemos un nuevo tema de conversación, ella es comprensible, siempre me apoya, ella sabe todo lo que viví en la primaria, ella siempre está para mí y yo siempre estoy para ella, somos confidentes la una de la otra.

Lo mejor de todo es que nos hemos hecho mejores amigas en tan solo tres meses, ella no es como las otras chicas, ella es especial, ella no es una persona hipócrita, eso me gusta de ella.

Hace unos días ella me confesó que había un chico que le gustaba a ella y que también ella le gustaba a él, le pregunté que porque no se hacían novios pero ella me dijo que ella quería estudiar, además de que tambien quería sanarse de su enfermedad, ese día realmente me dejó sin palabras y me hizo admirarla.

Karla asiste a una escuela de danzas, ya que yo no se bailar ella se ofreció a enseñarme ya que ambas fuimos elegidas para aprendernos unos bailes típicos de nuestra ciudad y bailarlos frente todos los estudiantes del colegio.

Fué muy divertido haber aprendido a bailar, no soy una profesional haciéndolo pero gracias a la paciencia de Karla ahora puedo decir que puedo bailar o que al menos hago el intento.

El día del baile Karla se lució frente al público (que resultó siendo solo los grados superiores) yo di todo lo mejor de mí, Karla me felicitó diciendo que lo habia hecho genial.

Dos meses depués Karla estuvo interna quince días en el hospital, tuvo una recaída con la leucemia, fuí dos veces a visitarla, pero ninguna de las dos veces me premitieron verla, me sentí tan enojada y triste por no haber podido ver a mi amiga.

Cuando se recuperó y le dieron de alta unas compañeras y yo recaudamos dinero y la fuimos a visitar a su casa, ella estaba tan felíz por vernos a todos, ese día me sentí una persona afortunada por tener una amiga como ella.

La felicidad no me duró mucho ya que una semana después ella volvió a ingresar al hospital, intenté que me dejaran verla pero otra vez me lo impidieron.

Todos los días rezaba para que ella se recuperara y lograra sanarse, tal parece que nadie escuchó mis plegarias.

Un día saliendo de clases observé que en casa de sus padres había alguien, me acerqué y era su mamá la que estaba allí, la saludé y le pregunté por mi amiga, ella me contó que estaba mejor y me dijo que solo estaba haciéndole una sopa, me despedí de ella y le pedí que saludara a Karla de mi parte.

Llegando a casa mi madre me dijo que Karla había fallecido, yo le dije que no me dieran esa broma, ella me dijo que no era ninguna, negué y dije que ella no estaba muerta, que acababa de visitar a mamá de Karla y que ella me dijo que estaba mejor.

Treinta minutos después me confirmaron que en efecto Karla había fallecido...

Me sentí morir, sentí que mi pecho lo habrían en dos partes y arrancaban mi corazón, sentí mi mundo derrumbarse a mi alrededor.

Un día después con todo el dolor que sentía me despedí de Karla al igual que con una parte de mí la cual dejó de vivir en el momento en que ella se fué.

Me dí cuenta de que un infarto fué el que le arrebató su vida.