Capítulo 10

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Aragorn se puso nervioso al ver cómo Legolas se acercaba con una expresión extraña.

"¿Algo va mal, Legolas? ¿Algún problema con los hombres?"

Legolas sacudió la cabeza y sus ojos recorrieron el caótico patio de Édoras. La gente corría de un lado a otro preparándose para marcharse al Abismo de Helm, mientras que los mejores hombres de Rohan estaban a punto de salir hacia el oeste.

"Justo lo contrario. Tengo un problema con una mujer."

Aragorn abrió los ojos como platos.

"¿Disculpa? ¿Podrías explicarme eso?"

"¿Puedes guardar un secreto?"

"Eso depende del secreto."

"Por favor, Estel. ¡Hablo en serio!"

El montaraz se dio cuenta de que algo serio molestaba a su amigo.

"Confía en mí, Legolas."

"Está bien."

Legolas volvió a mirar a su alrededor. Vio a Gimli entreteniendo a varios niños en una esquina, mostrándoles su hacha mientras les contaba sus encuentros con los orcos. Gandalf conversaba con Éomer y Théoden un poco más lejos.

A pesar de estar seguro de que nadie podría oírle, cambió al idioma Sindarin que sabía que la mayoría de los hombres no conocía y finalmente dijo en voz baja.

"Éowyn y yo acabamos de besarnos."

A Aragorn casi se le salieron los ojos de las cuencas, incrédulo.

"¿Éowyn? ¡Eso sí que ha sido rápido! ¿Cómo ocurrió? Espera. No importa. Ahora veo el problema. ¡Se ha encaprichado de ti porque la salvaste!"

Legolas se encogió de hombros.

"Tal vez."

"¿Y lo disfrutaste?"

El elfo se sobresaltó.

"¿Qué clase de pregunta es esa?"

"Una pregunta como otra cualquiera. ¿Lo disfrutaste o no?"

"¡¡No!!" –dijo Legolas vehementemente.

"¿No? ¿Tan mala es?"

"Bueno, fue... placentero. Es muy bonita y todo... pero no es Nara."

"Ah... -entonces Aragorn lo entendió-. Bien. Así que ese es el problema. Amas a Nara, pero también te atrae Éowyn."

"¡Nunca he dicho eso!"

"No, pero dijiste que la besaste sin ninguna razón."

"Estel, estás haciendo todo esto más difícil."

"Bueno, ¿entonces qué quieres que diga?"

"¡¡No digas cosas tan confusas!!"

"¿Qué es confuso? Estás comprometido con Nara. La amas, ¡y te casarás con ella cuando regreses!"

"Pero está tan lejos. La echo de menos."

"¿Y quieres que Éowyn la sustituya? ¿Es eso?"

Legolas le lanzó una mirada asesina.

"No."

"Pues entonces no sigas dándole vueltas –Aragorn suspiró antes de continuar-. Está bien. Te lo pondré fácil. Ella es humana, tú un elfo. Fin de la historia."

"¿Quieres decir con eso que elfos y humanos no están hechos el uno para el otro?"

"Eso es exactamente lo que intentaba... -Aragorn gruñó al ver la sonrisa torcida de Legolas-. Muy gracioso, elfo. Arwen y yo somos un caso especial. Es muy distinto."

Alma TorturadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora