~ Narra Nina ~
Los días siguientes los paso junto a Cristian, rara vez quedo con los demás.
Ellos saben que estamos juntos ahora y prefieren dejarnos solos. No sé que piensan que vamos a hacer, pero sea lo que sea prefiero no imaginarlo viniendo de su parte.
Todo iba de perlas hasta que un día, decido quedar con Flora, que nos habíamos vuelto mejores amigas. Caminaba despacio tomando un zumo de piña frío, mientras ella disfrutaba de su granizado de fresa recién pedido.
Pasábamos por el bosque, por el medio de los árboles observando a todos los aninales pasar a nuestro alrededor, pero entonces, Flora decide pararse a observar a una ardilla.
Yo soy aficionada a la fotografía desde que era pequeña, y aunque nunca he tenido una cámara profesional, utilizo mi móvil ñara guardar inmóviles todas las maravillas de la naturaleza.
Tambien he de decir, que llevo años sacando buenas fotografías y nunca le he puesto ningún filtro. Digo esto porque la mayoría de gente, cree que para que una fotografía sea profesional, deben elegir el filtro adecuado. Yo no creo que sea así, es decir, una fotografía no se vuelve buena por un filtro, la fotografía es buena en el momento que se saca, dependiendo de la destreza del fotógrafo, y para mí siempre será mejor una fotografía natural que una con filtros y efectos. Al menos yo las valoro más.
Saco una foto de la ardilla y Flora, se queda maravillada observándola.
--Siempre he soñado con tener alguna ardilla, es decir... Fue uno de mis animales favoritos de la infancia --comienza a decir.
--¿Por qué no le preguntas a tus padres por quedartela? Se ve que estáis deseando estar juntas las dos --digo animándola.
Ella al momento, no se lo piensa más veces y saca su teléfono móvil. Rapidamente, marca el número de su madre y habla con ella sobre el tema, recibiendo como respuesta un sí. Parece que no es a Flora la única que le gustan las ardillas.
--¿Cómo la llevaré? --me pregunta.
--Sencillo, solo agarrala y metela en el bolsillo frontal de tu mochila, dudo que se escape, se ve muy tranquila contigo.
Ella obedece y lo hace, y tal como lo había sospechado, la ardilla no opone resistencia.
(...)
Nos sentamos en unas mesas de picnic que hay en el claro del bosque y comenzamos a buscar bellotas para darle a la ardilla. Esta al comienzo se pone a jugar con ellas, pero pronto comienza a devorarlas muerta de hambre.
--¿Cómo le llamarás? --le pregunto a Flora, que se ve muy pensativa.
--Todavía no lo sé --dice después de un largo suspiro.
Tras unos minutos pensando, se nos ocurre una idea.
--¿Por qué no la llamas Cat? Se ha encariñado contigo como si de un gato se tratara --sugiero.
--Me gusta... Pero mejor lo modificamos a Catty --me corrige ella entre risas.
Una vez teníamos decidido el nombre de la pequeña ardilla, continuamos paseando por el bosque, y en la salida de éste, vi a Cristian haciendo algo que nunca debí de haber visto...
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Del acoso a la felicidad
Teen FictionNina, es una adolescente de 16 años que en su colegio la acosan. Un día, decide pedirle a su madre, quien vive con ella por cambiarse de colegio, y en ese momento toda su vida comienza a cambiar. Antes de mudarse a otro país, ella y su madre se van...