NWO: Nuevo orden mundial

Capítulo 2; El comienzo.

Un dolor punzante hizo que se despertara de entre los escombros. Jayden miró a su alrededor por un momento para aclarar la mente, no sabía donde estaba ni qué hacía aquí. El dolor punzante que lo había despertado desapareció por completo, sin darle tiempo para saber de donde provenía ni qué lo causaba.

Misteriosamente su mano derecha que anteriormente había sido sepultada y aplastada por varios escombros ahora estaba en perfecto estado, a excepción de la manga de la chaqueta que estaba completamente rasgada y sucia por todas partes.

A pesar de que anteriormente varios escombros habían caído en su cuerpo no sentía dolor, y las heridas ocasionadas ya no estaban, como si hubiesen desaparecido por arte de magia. Algo desconcertado intentó pararse, pues estaba boca abajo y difícilmente podía hacer algo.

Todo estaba oscuro, a excepción de una luz flamante que provenía de entre los escombros que daban hacia afuera. Como pudo se dio la vuelta y empezó a tratar de quitar los escombros; pero todo fue en vano ya que pesaban demasiado como para que una sola persona los levantase.

-¡¡¡¡Oigaaaaaan!!!! ¡¡¡¿Hay alguien ahí?!!!-

-¡¡Necesito ayuda!! ¡¡¿Alguien?!!-

Repitió los mismos gritos de ayuda una.. dos... tres... hasta cuatro veces y nadie respondió. Algo frustrado dio un golpe a uno de los escombros que tenía en frente, rasgándose un poco la piel del nudillo derecho soltó una maldición.

-Maldición..-

Respiró profundamente y cuando estaba a punto de pensar en una solución; la hermosa voz de una mujer se oyó al otro lado de los escombros, cortando todo pensamiento del momento.

-¿Hay alguien aquí?-

Dijo la mujer con un tono que a simple vista parecía preocupado.

-¡Ah, sí! ¡Por favor ayúdame!-

-Cállate.. no alces la voz imbécil-

Le respondió la mujer aún más preocupada que antes, ¿De qué estaba preocupada? ¿No era lo mejor buscar más ayuda para quitar los escombros?

(Como sea, supongo que lo mejor es hacerle caso si quiero que me ayude)

Con ese pensamiento Jayden respondió con un "Está bien.." en voz baja, para luego decirle a la dueña de esa hermosa voz que intentara sacar los escombros que lo mantenían atrapado en ese pequeño espacio.

Se pudo escuchar como la mujer chasqueó la lengua, y sin decir nada empezó a remover los escombros; empezando por los más pequeños con una palanca improvisada removió los escombros más grandes.

Y ahí lo vio. Edificios, locales, e inclusive el pavimento completamente destrozados. Cuerpos de personas muertas en estado de putrefacción estaban tirados por el pavimento y entre los escombros; varios edificios en llamas y algunos coches eran los causantes de la luz flamante que había visto a través de los escombros.

Aparentemente no había electricidad, pues la única luz que alumbraba la fría noche era la de las cosas en llamas y la simple luz de la luna. Con todo ese caos Jayden solo pudo suspirar para tratar de calmarse un poco.

Se levantó del suelo y sacudió un poco sus ropajes, para luego voltear su vista hacia la mujer que lo había ayudado. Era una mujer de una edad muy parecida a la suya, vestía jeans rasgados de color azul oscuro con una chaqueta de cuero negro que tapaba por completo su torso. Su ropa estaba ensangrentada y tenía un bate de béisbol manchado de sangre. Su hermoso cabello negro estaba algo desordenado y sus ojos marrones reflejaban algo de nerviosismo.

Se asustó por un momento pues creía que sería una pandillera, pero aún así con toda la valentía que había reunido decidió preguntar.

-¿Qué ha... pasado aquí?-

-¿Qué? ¿No sabes nada? Bueno, no es de extrañar si estuviste todo este tiempo debajo de esos escombros. Te lo contaré todo, pero antes vamos a un lugar más seguro-