—Parece un anoréxico. –leyó en voz alta, su autoestima bajó un poco pero siguió leyendo las respuestas de su foto en twitter que acababa de publicar.
Namjoon no entendía como las personas gastaban los grandes segundos que le da daban la vida para escribir comentarios hirientes a personas que no se lo merecían y namjoon sabía que el no merecía nada de eso.
Se aprendió a amar a el mismo de una forma brusca pero sirvió, sin embargo eso no evita que él se deje de sentir triste.
Tontas personas que creen que con hacer sentír mal detrás de una pantalla los hace ver los más increíbles pensó Namjoon al seguir viendo comentarios ofensivos no solo hacia él sino que también a sus compañeros de grupo.
Jungkook entró a la habitación del mayor, sin envitar que saliera un sonido de ternura cuando lo vio con un lindo puchero.
Se acercó a la cama, acostándose suavemente en esta para no asustar al mayor sin embargo Namjoon estaba muy ocupado en sus pensamientos para darse cuenta de que una mano acariciaba su cintura.
—Hey bebé. -Susurra en su oído y Namjoon salió de sus pensamientos para sonreírle a quien se encontraba junto a él.
—Hola Jungkookie. -Cambió de posición para estar cara a cara con el de cabellos negros, lo abrazó inmediatamente y besó su pecho.
—¿Cómo estás? ¿Por qué estabas con ese puchero?
—No importa no es nada... -Namjoon lo miró y se sintió tonto al hacerlo sabiendo que el menor lo miraba tan intensamente que no podía mentir tan fácilmente.- Ok ugh, leía estupidos comentarios de twitter y de que estoy muy delgado y come sea. Yo estoy bien, de verdad!
Junglook ahora entendía el porque se encontraba de un ánimo un poco bajo, sabía que Namjoon había pasado por unos problemas sobre esto y su depresión que ya realmente no existía. Sonrió y apretó suavemente los cachetes del mayor para besarlo sin ninguna prisa, Namjoon con gusto retornó el beso con alegría hasta que se detuvieron.
—Eres hermoso. -Besó sus labios cortamente- Precioso. -Beso- Grandioso. -Beso- Una increíble personalidad lo cual es lo mejor de todo.
—Gracias. -Sus hoyuelos adornaban sus mejillas, luciendo adorable en los ojos de Jungkook.
—Estoy orgulloso de ti, hyung. -Sonríe, sus dientes de conejo le hacían recordar al de pelos púrpura cuán joven seguía siendo.
—Y yo estoy orgulloso de ti, te has convertido en una persona tan madura.
Namjoon apretó los cachetes del menor, haciéndolo mover su cabeza y que este quite las manos de su cara.
—No olvides quien fue el que te hizo gemir en lo alto cuando te la estaban metiendo. -Agarró las caderas del contrario bruscamente, dándole una palmada en el trasero.
Namjoon rodó los ojos y sonrió. —Eres un dolor en el trasero.
—Pero del bueno. -Susurró bromeando.
—¡JUNGKOOK SILENCIO!
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Un capítulo corto pero es bueno estar devuelta, preciosuras. 💜
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