Becky abrió la puerta del apartamento y suspiró. Después de estar en la casa de Simon por dos noches y todo el día de ayer su pequeño apartamento encima del Wallflowers parecía aún más estrecho de lo habitual.
Pero en serio necesitaba un poco de ropa y el resto de su maquillaje si estaba volviendo a trabajar hoy. Él le había llevado lo mínimo para sobrevivir en su casa. Porque creía que un par de jeans y un par de bragas eran suficiente ropa... no, espera.
Cerebro masculino trabajando. Probablemente había pensado que ella correría alrededor de su casa desnuda todo el tiempo, o que usaría una de sus camisetas o algo así.
Ella prácticamente nadaba en las malditas cosas. De ninguna manera podía trabajar así.
Simon había querido que se tomara unos días de descanso, sólo hasta después de
que su cambio se produjera. Había estado preocupado de que lo que le había
sucedido a Emma le pasara a ella también. Emma también había insistido en ir a
trabajar y terminó cambiando en una de las habitaciones de examen de chris .Por suerte para la Manada había sido después del cierre y los pacientes no estaban en su práctica en el momento.
Pero ella no sentía las mismas picantes sensaciones sobre las que Emma le había
advertido durante su viaje de compras. Ningún pelo brotó en sus brazos. Las garras
no habían aparecido. Era cierto que su visión había cambiado en el coche la noche
del domingo, pero hasta ahora esa era la única señal del cambio que había
experimentado. Les había prometido tanto a Emma como a Simon que si sentía
alguno de los síntomas que Emma había mencionado de inmediato llamaría a
Emma para cubrir la tienda y ella iría a la casa de Simon a esperarlo.
Mientras tanto, necesitaba ropa, maquillaje y algo para dominar su mata de pelo.
Entró en su minúscula cocina y sintió que su corazón se derretía. Ahí en la barra
estaba una caja de ocho piezas de trufas de Godiva con una nota adjunta: Piensa en mí mientras disfrutas tu deleite.Tuvo que tragar el nudo en su garganta mientras recogía la nota. Maldición,
Emma, ve, chica. La única manera en que Simon podría haber sabido acerca de su
casi obsesión por las trufas de Godiva era si Emma se lo había dicho. Se metió uno
de los delicados dulces en la boca y gimió. Esto es tan bueno. Tomó la caja con una
codiciosa sonrisa.
Y nadie comerá de estos excepto yo. Si Emma sabía que Simon había recogido una caja
de chocolates Godiva, trataría de arrebatarle una pieza, pero no había manera de
que Becky compartiera. Sólo llámenme el Grinch Godiva. Rió y puso la caja en el
armario de su dormitorio para su custodia mientras estaba trabajando.
Por supuesto, la trajo de vuelta y se metió otra pieza en la boca antes de obligarse a
poner la caja atrás. Se cambió de ropa rápidamente, pasó un broche por su pelo y
decidió que no se molestaría con el maquillaje hoy. Ya se estaba haciendo tarde, y
sus manos temblaban. Se sentía un poco apagada. Todo a su alrededor estaba
empezando a girar... Maldita sea. Debería haber comido más que los chocolates.
Si Emma o Simon descubrían que había ido a la doctora acerca de los mareos
nunca volvería a escuchar el final de eso, especialmente si se enteraban que se
producían con más frecuencia cuando se olvidaba de comer. Algo así como esta
mañana, cuando había salido corriendo de la casa de Simon.
Había planeado detenerse en un lugar de comida rápida para desayunar, pero el
accidente en la carretera doce había reducido todo a paso de tortuga y no había
tenido tiempo. Lo último que necesitaba era a los dos cerniéndose sobre ella
mientras esperaba que los resultados de las pruebas llegaran.
No era como si siquiera supiera a ciencia cierta lo que estaba mal, y ¿hasta que ella
supiera? No diría nada.
El mareo estaba empeorando. Mejor comer un bocado rápido antes de que se
desmayara.
Se abrió camino hacia la cocina y tomó una manzana del mostrador. E
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Dulces Sueños SERIE HALLEPUMAS 3 (Terminada)©
General FictionHISTORIA DE BECKY Y SIMON Los dulces sueños pueden convertirse en pesadillas. Sufrir el ataque de una enloquecida maniática, con garras y colmillos ciertamente no estaba en la agenda de Rebecca Yaeger cuando asistió a un baile de disfraces local...