Parte ocho.

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Noah me invitó a un cafetin cerca del colegio,era primera vez que íbamos a otro lugar que no fuera el árbol,porque el solo solía llegar allí sin avisar todos los días.

Caminamos al cafetin,nos sentamos en una de las mesas de adentro,pedi un café con leche y el uno negro.

-¿Te parece venir seguido acá?--dijo dando vuelta al palito que tenía la taza del café--No es que no me guste aquel lugar en el árbol,solo pienso que sería bien recorrer otros lugares,junto a ti.

-Me parece bien--sonreí bebiendo un poco de el café que ya estaba tibio--Siempre y cuando vayas conmigo a todos esos lugares.

El sonrió asintiendo,platicamos mucho ese día,mas de lo común.
Y eso me gustaba,alguna parte de mi se sentía libre y con confianza. Como si pudiera contarle todo.

Luego de allí caminamos hacia un lago lejos de allí,nos sentamos en unas piedras,observé como el callado detallaba el hermoso lugar,mientras yo detallaba lo hermoso que el es.

-Es muy bonito ¿No?--Dijo mirandome--Me gusta mucho.

-Es precioso,sí.

-La belleza no esta en las cosas sino en los ojos--murmuró dando un pequeño beso en mi mejilla--Para mí,tu eres la belleza misma.

Sentí como mis mejillas tornaron el color rojiso que tanto odiaba,me había echo sonrojar. Y últimamente lo hace seguido.
El solo reia mientras me miraba algunos segundos,a el le gustaba hacerme sonrojar.
A mí me encantaba verlo sonreir,porque sin duda era la sonrisa más hermosa que había visto.

Estuvimos allí un rato,el silencio no era incomodo,todo lo contrario.
Me dijo que era feliz cuando lo acompañaba, pero
¿El siempre no era Feliz?
Siempre lo veo sonreir,alegre y solo a veces puedo notar un poco de tristeza,pero no pasa de ahí.

Tal vez no lo conocía lo suficiente,pero el si a mí. ¿Que escondía?

Volvimos en la noche al árbol,se veía más hermoso de lo común.
Nos sentamos donde siempre,ninguno dijo nada,el tomó mí mano y comenzó a jugar con mis dedos.

Me gustaba su silencio,como me miraba y se distraía tal fácil.

Me di cuenta que podía mirarlo por horas sin aburrirme,que podía estar con el sin sentirme mal,que con el podía ser feliz de una manera diferente.

Me hacía sentir de una manera muy extraña,pero me agradaba.

De una forma rápida puso su mano en mi mejilla la acarició y sonrió de una forma muy pequeña.

Ofreció llevarme a mi casa,le dije que no,que estaba bien,nos despedimos y me fuí.
Sí,estaba muy contenta de haber encontrado a alguien como el,pero en algún momento se iría, y tenía mucho miedo de eso,porque estaba llenando mi mundo en ruinas de color,un color que quizá sacaba de su propio mundo,y sí,estaba sanando mi corazón.

Me encantaba.

Agarré el pequeño oso,lo miré por unos segundos y lo abracé.

Lo unico que aqui me hacía falta era Papá,la casa se sentía sola,extrañaba tenerlo cerca, tiene que trabajar mucho y cuando puede viene al menos a darme las buenas noches.

Es algo que desde pequeña,me importa mucho.

Porque siento que le importo,y así es.

Sali al patio un rato,las estrellas desaparecieron,estaba por llover.
Me servi un poco de chocolate caliente y me puse a ver como la lluvia caía por la ventana.

Me gustaría que Noah estuviera aqui,la noche estaba fria,y sus abrazos me podrían dar el calor que necesitaba.

¿Donde estará?

With Love,IWhere stories live. Discover now