Parte nueve.

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Este día era mi cumpleaños,y no,no estaba nada feliz.
Todo lo que quería era recibir una carta de mi amigo,y no mandó nada.
Hacía mucho que no me escribía nada,esto me ponía muy triste.
Papá me mandó una torta de chocolate,eligió mi favorita, pero aun así,no me ponía feliz.

Mamá no estaba,nadie estaba.

Me senté en el pie de el arbol de mi casa,una pelota cayó en frente de mí,y luego un niño fue a reclamarla.

-¿Puedes devolverme mi pelota?

Asentí y se la pasé,el me miró unos segundos,se sentó a mi lado sin decir nada.

-¿Te pasa algo?

-Hoy es mi cumpleaños,y no sé como estar.

-¿Y tus padres?

-Papá trabaja y Mamá...

Mis ojos se llenaron de lágrimas,tapé mi cara avergonzada mientras lloraba.
El me abrazó,y ese llanto era cada vez más real.
Me encantó el abrazó,sentía como mis pedazos rotos volvían a juntarse cada vez con menos dolor, y se sentía bien.

Y ese fue el mejor regalo de cumpleaños que alguien pudo darme.

Estar allí sin sentir miedo de mi y de lo que me pasaba.

Porque necesitaba compañía,un abrazo.

Todos mis cumpleaños lloraba, y.nadie estaba para mí,pero este fue diferente.

Estaba el cuidandome,o al menos eso pensé.

Nadie merece llorar el día de su cumpleaños.

Pero esto pasaba seguido.

¿Yo lo merecía?

El chico se quedó todo el dia junto a mí,jugamos un poco y al final me cantó cumpleaños.
Le dí un pedazo de torta,a el le encantó tanto como a mí. Y sentía como podía ser feliz viendolo sonreír, porque me hacía feliz mirarlo.

Estuvimos horas riendo sin razon,sus chistes malos me hacían reir,al igual que las caras que ponía cuándo algo le daba asco,era divertido.

Tocaron la puerta,cuando abrí era mi padre,me abrazó besando varias veces mi mejilla y dijo que se quedaría.
Miró detenidamente al chico y.luego me bajó.

-¿Quien eres,pequeño?

-Noah,vivo a tres cuadras de aqui.

-¿Tus padres saben que estás aqui?

-No,mi tia si,vive al lado.

-Oh,bien. ¿Quieren galletas?

Ambos dijimos que si al mismo tiempo. Noah estaba algo tenso,creo que le daba miedo mi padre o algo parecido,era muy.gracioso.
Era mi cumpleaños numero doce,uno de los mejores.

Y no lloré despues de ese abrazo.

Y no me senti mal.

Y no miré a nadie a parte de el.

Y no extrañé el "Feliz cumpleaños" de Mamá.

Y no odié ese día mi cumpleaños.

Porque pude tener mis minutos de gloria,como cualquier persona querría.

Y repito,aunque este fue uno de pocos cumpleaños que no estuve mal.

Absolutamente nadie merece llorar el día de su cumpleaños.

Ni por tan mierda que seas.

No mereces pensar que ese día no debiste nacer.

With Love,IWhere stories live. Discover now