Parte seis.

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Me encontraba otra vez en esta colina,sentada en el banco junto al árbol,como era de costumbre el se sentó a mi lado,y sin decir nada tomó mi mano.

-Quiero agradecerte por hacer interesante mi vida--Dijo sonriendo--Por aparecer y sacarme del hueco en el que permanecía.

Lo miré confundida,no lo había visto así y no entendia nada.

-No te entiendo,¿Que pasa?.

-Sé que piensas que yo le estoy dando color a tu mundo,pero debes saber que--Puso mi mano en su pecho--Tambien le das color al mío.

Sonreí sintiéndome algo apenada,cerré el libro que tenía entre mis manos y lo abracé con fuerza,era primera vez que lo hacia. Pero sin duda, se sentia super bien.
El se separó de mí lentamente,sacó de su bolso un pequeño oso blanco de peluche y me lo extendió haciendo que lo tomara.

-Lo compré cuando venía,pensé que podría gustarte ya que eres muy tierna--rascó su cabeza--Además es mi manera de expresarte un poco lo que estoy sintiendo por ti.

-Me encanta--Dije sonriendo ampliamente mientras miraba el pequeño oso--Muchas gracias...

-Dime Noah,es hora ya de que me digas de alguna forma--rió nerviosamente para luego volver a tomar mi mano--Ahora quiero saber tu nombre.

-Dime Evy --contesté aun mirando aquel oso de peluche y luego vi como el se levantaba-- ¿Ya te vas?

-Sí,solo quise pasar un rato a verte--Tartamudeó metiendo ambas manos en los bolsillos de su pantalón--Me alegro que te haya gustado mi pequeño presente,cuando estes con miedo miralo, y piensa que estoy cuidandote.

Asentí. El se fue,miré como se alejaba lentamente y desaparecía en la lejanía.
Fijé mi mirada otra vez en el pequeño oso,a pesar de ser un "pequeño presente" había sido bastante especial.
Y sin duda alguna,cuidaria esto como ninguna otra cosa que me hayan dado nunca,porque en esos pequeños ojos negros que tenía el oso polar se reflejaba lo frío que Noah es,y la pequeña sonrisa mostraba la ternura que el tiene haciendo cosas como esta,es simplemente maravilloso.
Luego de un rato estando allí decidi caminar un poco,veía niños correr por toda la grama del parque que se encontraba cerca de allí, su pequeño mundo sería uno de juegos,risas y uno que otro lugar triste por berrinches o por otra parte,sería un mundo gris por conflictos familiares que no logran entender,porque cuando yo estaba pequeña así era el mío.
Empecé a recordar momentos de esa niñez,cuando todo era feliz y me sacaban a pasear de vez en cuando,comprandome un helado.

Llegué a mi casa,dejé mis cosas en mi cuarto y dejé el oso de peluche a un lado de mi cama.
Al abrir el cajón de la mesita de noche vi la muñeca que mi Mamá me había regalado.

El primer regalo de mamá y el último.

Porque era todo de lo que me quedaba de ella,ya que se fue y nunca volvió para ninguna cosa.
Cerré mis ojos dejando caer unas lágrimas,me tiré en la cama y abracé al osito polar,poco a poco fui calmandome.
Como si el estuviera aquí y eso me daba tranquilidad,toda la que necesitaba en este momento.
No sabía porqué me ponía así, pero me hice muchas preguntas ¿Como sería el mundo de Mamá?

O mejor: ¿Como seria mi mundo si ella jamás me hubiese dejado?

Quizá así es todo esto,cada quien busca abandonarme a su manera, dejando aun así espacios dolorosos como este.

Y es difícil de superar.

With Love,IWhere stories live. Discover now