Desastres

Capítulo 1:

Decir que no se acordaba de cuando había comenzado todo aquello sería muy hipócrita por su parte. Había sido cuando tenía doce años, ya hacía más de dos años que llevaba conociendo a Kid Flash.
—No entiendo porque diablos tiene que ser un secreto tu identidad, si ya conoces la mía...
—Yo no pedí que la desvelarás...
—Creí que era un voto de confianza.
—¿Y cuándo dijimos que lo era?
—¡Ah! No puedo contigo. —Había terminado diciendo causando una sonrisa por parte de Robin.
Estaban solos en la Baticueva, Batman y el Flash los habían dejado allí  porque lo que al principio había sido la investigación de unos robos menores en una joyería de Central City y una a los pocos días en Gotham había acabado en una red de tráfico de armas, joyas y obras de arte dispersado por todo el país  terminando así involucrando a la liga de la Justicia.
—Speedy y Aqualad también la han revelado, ¿Por qué tú no puedes?—Se quitó la capucha y dejó ver su rostro.
—Porque si lo hiciera tendría que matarte.
—Que cliché... —Kid Flash rodó los ojos, pero se detuvo a pensarlo por unos segundos, podía imaginarse a Batman haciéndole daño por una cosa así.— O ¿Es verdad? — terminó dedicándole una mirada de sorpresa.
—No, no te haría daño... o al menos a ti no por una cosa así.— Se miraron.
—Entonces supongo que... ¿gracias?—No sonó muy convencido, pero no tardaron ni dos segundos en iluminarsele los ojos.— Entonces, ¿Me estás diciendo indirectamente que piensas revelarme tu identidad?
—No.
—No juegues con mis sentimientos.
Y Robin dejó escapar una ligera sonrisa ante aquella respuesta, aveces le costaba crees que Wally tuviese dos años más que él.
—No lo hago.
—Pero dices que no me matarás si me revelas tu identidad, lo cual significa mucho, o eso creo, pero luego dices que no me la vas a decir... osea te importo, pero no tanto.
—Me importas más que a un perro.— bromeó.
—Vaya, gracias, que cosas más bonitas me dices.—Su voz sonaba algo dolida, tal vez si que se había pasado con el comentario.
—Me importas más que Aqualad y Speedy... De hecho podría considerarte mi mejor amigo...— y único por el momento, pero eso no se lo iba a mencionar.
Wally sonrió.
—Osea, volvemos de nuevo al me importas, pero no tanto...
— ¿De verdad es tan importante?
—Para mí sí...
Volvieron a mirarse de nuevo.
—Está bien, tienes el don de la persuasión.— y por unos segundos se quitó el antifaz y se miraron a los ojos.
Volvió a colocarse su antifaz.—Eso es todo.
—¿Qué? ¿No hay nombre ni nada parecido?
Robin sonrió ante la pregunta.
—Ya conoces mi identidad, ahora si alguna vez me ves en la televisión o en la calle sabrás que soy yo.
Sin duda recuerda la cara que le puso Kid Flash en aquel momento como si nunca fuese a ser capaz de adivinar cual era su identidad, tal vez pensó que era un chico normal, del montón, por eso le puso esa cara aunque la realidad fue que no le tomó más de tres días averiguar quien era.

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No soy dueña de Young Justice.