Kardia estaba sentada en el sillón viendo la televisión, su rostro reflejaba sentimientos de tristeza, odio y a la vez satisfacción. El noticiero mostraba las imágenes de un reciente choque de un auto con un camión.
-" ...El conductor del camión se dio a la fuga, dejando su vehículo a media calle evitando que lo siguieran."
- Astuto.
-" Se nos acaba de confirmar que hay una victima fatal; un joven de 27 años, llamado Dégel Abbadie, falleció debido a que el camión impacto del lado del conductor llegandole a él todo el impacto. Su acompañante Deuteros Antzas, fue liberado del automovil en estado de inconsciencia y con varias heridas..."
Suspiro, realmente no sabia que sentir. Dégel había sido su pareja y padre de su único hijo hasta hace tres años, que la dejo por Deuteros. Si que los odio en ese momento, pero ahora que uno se hallaba muerto y el otro con riesgo de muerte tenia un encontron de sentimientos. El sonido de la puerta abriendose la distrajo de sus pensamientos, su hermano se habia dignado a llegar.
- Milo Metaxas, hasta que te dignas a aparecer, maldito mocoso...- iba a seguir regañandolo pero al verle unas heridas algo profundas mejor lo dejaba para después- vaya, ¿te salio difícil el trabajo?
- Ni te imaginas cuanto.
De la nada una idea algo rara se le planto en la mente a Kardia; Milo era un tipo de Sicario y Mercenario a la vez, ¿Pudo haber sido él el que matara a Dégel?
- Milo, ¿has sabido algo de Dégel?
- No. Ni siquiera me he acercado a ese maldito pelirrojo, ¿porque? - le pareció extraño su hermana nunca preguntaba por él. Kardia le señalo el noticiario en donde aparecía una foto de la victima- Se murió... ja! Se lo merecía.
- No lo mataste tú o ¿Si?- lo miro fijamente, Milo podía fingir inocencia hasta con un detector de mentiras puesto, pero a ella no podía engañarla.
- Aunque me hubiera gustado tener el privilegio de hacerlo añicos, no fui yo, solo porque no queria ser el responsable de la muerte del padre de mi amado sobrino.
- Bien.- Sin más ella volvió al sillón.
- Kardia, ¿Estas bien?... Kardia.
- ¡¡Eres un imbecil!!
Había descubierto a su pareja con otro hombre besándose en la puerta de su casa, agradecía a los Dioses que su hijo en esos momentos estaba con Milo en cualquier otra parte y no ahí.
- No grites mujer.
- ¿Que no grite?, sabes Dégel, en un principio esa frialdad tuya me encanto ahora me repugna.
La siguió viendo con esos ojos violetas que tanto le encantaban, pero ahora eran solo unos témpanos de hielo, unos que antes la miraban con amor, ahora lo hacían con desinterés.
- ¿Sabes que querido? ¡Tú no pones nunca mas un pie en esta casa, te vas ahora mismo con lo que tienes puesto!- hizo el gesto de cerrarle la puerta en la cara, pero un detalle importante se le estaba olvidando- por mi niño no te preocupes, no necesita a una escoria como padre.
Cerro la puerta antes de que el pelirrojo pudiera replicar sobre lo ultimo dicho.
-¡Kardia, no puedes prohibirme ver a mi hijo!
- Lo siento, tú ya no eres nada nuestro, eres libre de irte con ese.
Iba a reclamarle, pero el peliazul que lo acompaña lo tomo con delicadeza de la cintura, evitando que se fuera tras la que antes era su pareja, ignorando que ella aun se encontraba en la puerta escuchando todo.
- Dejala, sabes que Écarlate va a la escuela en la enseño, podrás verlo cuando quieras.- le sonrió de una manera bastante coqueta, convenciendo a Dégel, quien le dio un beso en los labios y se fue con él.
- Maldito traidor.- se abrazo a si misma y sin darse cuenta unas lagrimitas corrieron por sus mejillas al acordarse de eso.
Milo apretó los puños, ya no recordaba la cantidad de veces que había visto a Kardia sufrir por ese idiota, hace años que tenia ganas de sacarle la madre, pero como ahora el otro había muerto no podía vengarse con sus propias manos por cada una de las lagrimas de su hermana mayor. Solo le quedaba consolarla antes de que despertara su sobrino.
A los minutos Kardia ya estaba mejor y como si nada hubiera pasado. Despues de todo ahora tenia que preocuparse de las heridas de Milo.
- Ese muchacho dio buena pelea, ¡No me dijeron que era un ex Sicario!
- ¡Y a ti no se te ocurrió preguntar, idiota!- le dio un zape en la cabeza.
- ¡Ay, Kardia eso me dolió!
- Era la intención, no era caricia. A todo esto ¿a quien mataste?- lo ultimo lo susurro no vaya a ser que alguien los escuchara.
- A...- no pudo darle el nombre, porque desde el piso de arriba se sentian los pasos de Écarlate.
A los segundos apareció en la habitación la adoración de Kardia, un niño de ocho años de edad, cabellos de un rojo escarlata (de hay su nombre), su piel palida, hasta hay era una copia exacta de Dégel, sus ojos eran de un celeste claro, como todo Metaxas, eso lo agradecian tenia algo de ellos.
- ¡Mamá no seas mala con mi tío!,no es su culpa que sus animales sean salvajes- nunca le habían dicho el verdadero trabajo de Milo, eso seguiría siendo un secreto por muchos años más. Para Ècarlate, Milo era el cuidador de los felinos en un zoológico, excusa perfecta para justificar las heridas.
- Esta bien, dejare tranquilo a tu tío... ahora a vestirse que tienes escuela hoy.
- No, no quiero ir me da flojera.- cruzo sus bracitos.
- Nada de no, rápido, vamos sino vas a llegar tarde, otra vez.
Cuando Milo se vio solo se puso a pensar en como habían matado a Dégel, quien lo hizo se notaba tenia experiencia, como para no dejar indicios de que alguna vez estuvo ahí, o para no dejar marcas de haber alterado los frenos del camión. Como lo envidiaba, él si quería acabar con la vida de ese maldito francés por haber dejado sola a su hermana con su hijo, había dejado pasar un tiempo para que pareciera solo un accidente, pero alguien se le había adelantado.
- Esto me huele a Asmita.
El rubio podia verse como la persona más inofensiva, pero era uno de los Sicarios más despiadados que podía existir a la hora de matar, era calculador y sumamente cuidadoso para no dejar huella alguna y lo más importante, Deuteros lo dejo por Dégel. Una muy mala decisión, a nadie le convenía que fuera su objetivo.
🔹🔹🔹
¡Hola!
Rara manera de comenzar lo sé.
Lo vuelvo a repetir, me fue necesario dejar a Kardia de mujer, no me maten por eso.
Denme su opinión, ¿Que les pareció el capitulo? Es la primera vez que escribo algo tan complejo, así que esperemos que me resulte la idea 😅
Nos leemos en dos semanitas.
Chao.
ScorpioNoMilo ✌
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Mi Hermoso Enemigo.
FanfictionAmar a una persona y no poder acercarte por que tú sola presencia a su lado, seria un riesgo para él o ella. "Cuanto luche para que no te dañarán, y aun así... el daño me lo hiciste a mi" (Secuela: Después del Adiós.)