Capítulo 2

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Capítulo 2.

Pasaron varias noches sin que Malfoy y sus chicos pasasen por el local, una parte de Hermione estaba agradecida por eso, después de lo ocurrido con Carrow la atmósfera se volvió tensa dentro del lugar y hasta los clientes más habituales miraban con miedo la puerta. Pero otra quería verlo y romperle las piernas, porque a la mañana siguiente de levantarse, cuando volvió a ver las rosas, se dio cuenta de que el muy bastardo había averiguado donde vivía.

Como un acosador.

Sin embargo fue seis días después del incidente, cuando Draco volvió al local. A las cuatro de la mañana entró con dos hombres y se dirigió directamente a uno de los reservados del lugar; no sin antes lanzarle una intensa mirada a Hermione.

La mujer intercambió miradas con Ron y éste le hizo un gesto hacia el reservado con la cabeza, alentándola a ir a tomar los pedidos en su lugar. Con un bufido, la castaña se encaminó hasta la sala y entró con su pequeña libretita en mano.

Draco se encontraba sentado en el centro del gran sofá que rodeaba la sala, el par de chicos que lo acompañaba sentados cada uno a un lado de él. Hermione compuso su mejor mirada aburrida y miró a Draco fijamente.

—¿Qué desean tomar? —preguntó y, por alguna razón, el rubio pareció divertido con su pregunta.

—Yo tomaré un whisky doble —pidió Malfoy y miró a los dos hombres que iban con él—, ¿y ustedes?

—Vodka con limón —respondió uno de ellos, y el otro asintió—. Que sean dos.

Hermione apuntó las tres comandas con rapidez y se dio la vuelta, dispuesta a salir de la sala.

—¿Sigues sin estar en el menú, morenita?

El sonido de la puerta al cerrarse con fuerza fue la única respuesta que el rubio recibió a su pregunta.

(♪)

Ron observó divertido como su compañera preparaba las bebidas con rapidez, un ceño fruncido y un rictus amargo en sus labios acompañándola durante todo el proceso. Se apoyó en la barra con una sonrisa y miró fijamente a Hermione mientras ésta colocaba las copas sobre una bandeja de acero.

—¿Se te ha vuelto a insinuar? —inquirió y ella le lanzó una mirada venenosa—. Es guapo, no sé porque le dirías que no. Hace tiempo que no follas.

—Primero de todo, eres un guarro —Ron rodó los ojos ante eso—, segundo, no te interesa mi vida sexual y tercero, es un gilipollas.

—¿Y? Hermione, te quiero y por eso me preocupo por ti.

—¿Acaso me ves mal por no haber echado un polvo recientemente? —preguntó ella incrédula.

—No, creo que estás mal por decir que no me interesa tu vida sexual —Hermione frunció el ceño—. No me puede interesar algo que no tienes —señaló y la mujer le lanzó un paño mojado con agua sucia.

—Que te den —murmuró antes de coger la bandeja y dirigirse al reservado.

—¡No seas muy repelente! —gritó el chico antes de que compañera se perdiese por la puerta de la sala.

  (♪)  

Hermione sirvió las bebidas y colocó la bandeja debajo su brazo, dispuesta a irse después de servir las copas para Malfoy y sus dos esbirros.

—¿No quieres sentarte un rato con nosotros, morenita?

—No, gracias. Estoy trabajando —replicó y abrió la puerta—, además, tengo cosas mejores que hacer que compartir minutos de mi vida a tu lado.

Dark paradise [Dramione]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora