Capítulo 8

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Hermione se sentó entre Draco y su padre cuando entró al reservado. Ambos hombres se lanzaban miradas asesinas y la castaña no podía evitar preguntarse en qué momento se habían convertido en enemigos mortales.

—¿Cómo te has atrevido a profanar el cuerpo de mi princesa? —cuestionó su padre y Hermione hundió su cara entre sus manos—. ¿Quién te ha dado a ti permiso, maldito albino, de tocar a lo más sagrado que tengo?

—¡Yo no tenía ni idea de que era su hija! —replicó Draco y frunció el ceño—. Y usted no es nadie para decirme qué puedo hacer y qué no. Y si quiero profanar —dijo la palabra con clara burla— a su hija, pues lo hago. Tampoco es como si su hija se hubiera negado.

—¡Draco!

—¡No eres digno de mi pequeña princesa! Y si se ha acostado contigo es porque le has dado pena, siempre ha sido demasiado buena, incluso para rechazar a albino como tú.

Hermione quiso desaparecer en ese momento y se cuestionó cómo dos personas así de infantiles podían ser los jefes de las mafias más peligrosas del mundo. Draco rodó los ojos y arqueó una ceja mirando de arriba abajo a Allan.

—Sí, debe ser muy buena, después de todo es capaz de decirle «papá» a un señor como usted.

—¿Un señor como yo? ¿¡Qué quieres decir con eso, niñato!?

—¿A quién llamas niñato, jodido matusalén?

—¡¿Matu... qué?!

Su padre se levantó al mismo tiempo que Draco. Ambos dispuestos a pegar al otro por razones que Hermione todavía estaba tratando de comprender. Horas atrás el rubio había parecido realmente afectado con la noticia de quién era su padre y en ese momento parecía un niño pequeño discutiendo con otro niño. No lo entendía.

—Papá, tranquilízate. —Allan suspiró y volvió a tomar asiento, cruzándose de brazos y mirando a otro lado—. Draco, siéntate.

El hombre obedeció a regañadientes y Hermione suspiró con pesadez.

—¿Por qué estáis discutiendo como si fueras niños de preescolar? —inquirió—. Sois dos hombres adultos, podéis discutir cualquier tema de este tipo como las personas racionales que sois.

—¡Se ha saltado una de las cláusulas del contrato! —replicó—. ¡La más importante de todas! ¿Esperas de verdad que trate bien a este impresentable?

—Papá, Draco no tenía idea de que yo era tu hija, se enteró esta mañana cuando se lo dije yo.

—¿Esta mañana? ¿Estuvisteis juntos esta mañana?

—Papá, eso no importa ahora...

—¡Sabía que no podía confiar en ti, Malfoy! —la interrumpió y Hermione rodó los ojos—. ¡Todos albinos sois iguales!

—¡Qué no soy albino! Y si Hermione y yo estábamos juntos esta mañana o no, no es de tu incumbencia.

—Es mi hija —gruñó él, levantándose.

—¿Y? —replicó Draco, colocándose de pie también.

Hermione empujó a ambos hombres de vuelta a sus asientos. Avanzó, esquivando la mesa y se giró para encararlos a ambos con el ceño fruncido, los labios apretados y el pie derecho golpeando de forma compulsiva el suelo.

—¿Se puede saber qué os pasa? Tengo veinticuatro años, no quince, papá —comentó—. Soy perfectamente consciente de mis actos y si quiero acostarme con Draco lo hago; y te aseguro que sí él ha incumplido esa estúpida cláusula no ha sido porque fuera consciente de ello. Suspender vuestro trato por ello me parece algo estúpido, infantil y bastante inútil. No saldríais beneficiados, ninguno de los dos.

—No quiero trabajar con una persona que ignora condiciones tan import....

—Papá —interrumpió Hermione—, ¿cuántas veces voy a tener que decirte que Draco no sabía que era tu hija? Es una estupidez que estéis discutiendo por algo así.

—Empezó él llamándome imbécil, ni siquiera llevaba dos minutos en el bar cuando ya me estaba atacando, ¿qué clase de jefe de la mafia eres si no eres capaz de mantener la calma? —replicó el rubio.

—¡Tú respondiste! No eres mucho mejor que yo —se quejó—. Además, que nadie te mandó a venir con esos aires de grandeza sabiendo que has roto una de las cláu...

—¡Cómo vuelvas a decir esa palabra te corto la lengua! —exclamó Hermione, cansada del intercambio de palabras tan infantil y patético—. El trato no se ha roto, porque no se ha infringido ninguna cláusula. Tú no puedes decidir quién se puede acostar conmigo o no.

—Pero princesa...

—¡Ni princesa ni nada! Ahora os vais a ir a dónde sea que hubierais quedado para cerrar el trato y no vengáis a buscarme hasta que vuestras firmas estén sobre el papel, ¿entendido?

—Morenita...

—¡Fuera!

Ambos hombres se levantaron y salieron del reservado junto a Hermione. La chica casi se arranca los pelos al ver como ambos adoptaron su mejor careta de jefe mafioso serio cuando estuvieron frente a sus respectivos equipos. Sus facciones volvían a reflejar la frialdad característica de las personas de ese entorno; Ron frunció el ceño al ver las formas en las que se trataban ambos hombres antes de salir del bar.

—¿Qué ha pasado? —inquirió el pelirrojo y Hermione negó con la cabeza.

—Son idiotas. —Fue lo único que dijo antes de servirse un vaso de whiskey y bebérselo de un solo trago.

Esperaba que todo saliese bien.

...

Hermione se encontraba colocando el candado en las rejas del bar cuando sintió unos pasos tras ella y unos brazos rodearla en el momento que se puso en pie. Suspiró y giró para colocarse cara a cara con Draco, arqueó una ceja ante la hinchazón alrededor de su ojo y tocó la zona suavemente con sus dedos.

—¿Qué ha pasado? —inquirió.

—Hay trato —contestó—, aunque tu padre no está muy feliz con el hecho de que te acostases conmigo. ¿Sabes quién es Cormac McLaggen?

Hermione frunció el ceño y miró a Draco—. ¿Sí, por qué?

—Bueno, lleva toda la noche diciéndome que él si era digno de ti, y que no entiende que has podido ver un albino como yo.

—Habla de nosotros como si estuviésemos casados.

—Lo sé.

—¿No pensará que estamos casados, verdad?

—No, claro que no. —Draco se echó a reír y apretó el agarre.

Hermione se apoyó la cabeza en su pecho y cerró los ojos. Tantas semanas discutiendo con él y evitando caer en su juego para terminar de esa forma. No, no se arrepentía de haberse acostado con él. Tampoco se arrepentía de estar en esa posición y tampoco se arrepintió más tarde, cuando Draco la besó y entre besos, abrazos y un camino demasiado largo terminaron envueltos bajo las sábanas otra vez. 

Dark paradise [Dramione]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora