III

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Nino había despertado hacía poco. Comía lo que una enfermera le había llevado mientras Wayzz se atragantaba con una hoja de lechuga del plato de su portador. No le recargaría como una deliciosa hoja de té verde, pero en ese tipo de situaciones no podía ponerse exigente, debían volver al campo de batalla y asegurar la paz que el mundo creía perdida.

- ¿Como encontraremos a los demás? - Preguntó Nino mientras masticaba un poco de ese arroz sin sabor que preparaban en los hospitales.

- Puedo sentir la presencia de los demás kwamis - Contestó la criaturita también atragantada - Tu transfórmate y será más fácil el ubicarles.

El chico asintió mientras pasaba todo lo que tenía en la boca con un trago de agua.

***

Queen Bee sobrevolaba los alrededores de París a gran velocidad observando como aquellas polillas habían destruido casi toda la ciudad en su totalidad, pero había algo a la distancia (Casi podía asegurar que en el centro de la capital) que se arremolinaba formando una especie de columna humosa que llegaba hasta el cielo y se perdía entre las nubes de tormenta.

La chica abeja tomó esa extraña forma como una posible guarida del enemigo, ahora que ya no tenían que ocultarse pues se habían dado a conocer a nivel mundial con todo lujo de detalles era probable que desearan seguir demostrando su poder, ahora con una enorme fortaleza de base de operaciones.

Sus hipótesis habrían continuado hilandose de no ser porque algo rojo pasó rápidamente a su lado y se detuvo sobre un poste de luz a medio caer. Queen Bee se detuvo en el aire con el largo cabello rubio revoloteando por la brisa - ¡LadyBug!

La chica moteada hizo una patética reverencia mientras hacía equilibrio sobre esa débil estructura de metal - Llevo buscandote un buen rato ¿Sabes?

- Pues somos dos - Le contestó Queen mientras aterrizaba al pie de aquel decaído poste. Lady bajo junto a ella para suspirar de manera resignada - ¿Estás bien? Digo ¿Tus heridas?

- Menores que las tuyas, así que no te preocupes.

LadyBug asintió mientras le hechaba un vistazo al muro que habían empezado a levantar a los alrededores de su ciudad para aislarla del resto del mundo junto a el desastre que continuaba desarrollándose en su interior - No podemos seguir ocultandonos nuestras identidades.

La chica abeja parpadeo confundida mientras su compañera se volteaba para decicarle una dura mirada - Hawk Moth no está solo, y quien quiera que le ayude sabe más de él de lo que nosotros de nuestros compañeros.

- ¿Cómo lo sabes?

- Llámalo intuición, fui la líder un largo tiempo ¿Sabes? Aprendí algunas cosas.

Queen Bee asintió para dirigirse a un lugar poco visible para cualquier transeúnte o cámara que pasará por ahí. Tanto Abeille como Tikky dudaron de si la decisión que tomaban sus portadoras era la correcta... Pero en algo debían estar de acuerdo y eso era en que si desde un principio no les hubieran prohibido revelar sus otras identidades ahora les sería más fácil ubicarse.

Dos luces iluminaron el vació callejón antes de que un gritito de sorpresa rompiera el silencioso ambiente que se había formado por la tensión - ¡CHLOE!

La nombrada le estampo semejante bofetada a la otra que le dejó callada un rato - ¿Quieres que nos escuchen? ¡Y yo que empezaba a tomarte enserio! No puede ser que te hayan escogido para portar semejante poder ¿¡En que estaba pensando ese viejo loco!?

- Eso debería decir yo ¡Eres tan mala! ¿Como alguien con un corazón tan negro como el tuyo se gana un Miraculous?

Chloe se puso una mano en el pecho con sus aires de exagerada ofensa mientras apretaba los labios en un puchero - Yo por lo menos tengo una razón decente por la cual luchar.

- ¿Enserio? Porque tu narcisismo no cuenta.

De no haber sido porque Abeille se pegó en la cara de su portadora esta le habría tirado una serie de golpes a Marinette que le habrían dejado otra marca que cubrir con el antifaz - ¡Por amor al cielo! Este no es momento de discutir.

Tikky asintió mientras cruzaba sus pequeños bracitos por sobre su pecho - Ahora más que nunca debemos estar unidos.

- Pero... - Marinette no pudo continuar pues su kwami le lanzó una durísima mirada a manera de regaño.

- Wayzz puede ubicarnos rápidamente, así que lo más seguro es mantenernos juntas - Comentó Abeille mientras flotaba lejos de la cara de su portadora. Aun molesta por el atrevimiento de Marinette ¿Que se creía esa para dudar de su amor por Sabrina?

- ¿Quien es Wayzz? - Preguntó la franco-china.

- El kwami de la tortuga, quien transforma a Jade Turtle - Le dijo Tikky suavizando su rostro.

- ¿No vas a presentarme? - Preguntó de repente el kwami abeja dedicándole una mirada elegante a su Prodigio que rodó los ojos con fastidio para cruzarse de brazos.

- Marinette, ella es Abeille - Señaló a la kwami con su pulgar - Abeille, esta es la odiosa de Marinette.

- Un gusto - Comentó la otra chica con la misma cara de fastidio.

Las dos criaturas mágicas se miraron con el mismo pensamiento en mente: "No debíamos dejarlas".

***

Adrien no sabía exactamente con qué cara mirar a Alya, aunque la verdad es que sin importar qué expresión hubiese puesto la chica no le habría visto bien, no tenía lentes y sus ojos llevaban un buen rato esforzándose (Lo que le daba una cara de estar molesta increíble).

- Puedo explicarlo - Dijo apresuradamente Adrien mientras se rascaba la nuca.

- Plagg lo hizo por ti - Contestó ella frunciendo más las cejas para enfocar mejor al chico. Él pensó que se había enojado más.

- No se que te dijo, pero puede ser mentira.

Alya iba a contestarle cuando el pequeño kwami negro salió flotando con los brazos cruzados cual madre ofendida - Yo no le he mentido.

- ¿Seguro? - Le retó Adrien.

- No le he contado aun que porno veías.

- ¡Yo no veía eso!

- Si lo hacía.

- Me da igual - Contestó Alya mirando ahora a la criaturita flotar cerca de su cabeza - ¿Cuando podremos reunirnos con el resto de Prodigiosos?

Plagg levantó sus pequeños hombros en señal de desconocimiento. Adrien pasaba sus ojos de su kwami a su novia sin saber realmente qué más decir - ¿Estas molestas conmigo?

- En parte - Respondió ella cerrando los ojos para descansarlos un poco - Pero supongo que ahora mismo no es el momento ni el lugar para discutir sobre eso.

Adrien asintió viendo como Renard movía la boca sin hablar en un claro "Siempre lo supe" que le heló un poco la sangre al chico ¿Esas criaturas siempre eran así de impredecibles? ¿O lo solo lo eran las que le rodeaban?

- ¿Puedes moverte bien?

- Si, podemos ir a buscarlos ya.

- No primero debes comer - Dijo Alya recordando a la susodicha enfermera que les había atendido - Tengo media bolsa de cereales y un pan mordido.

- ...

- ...

- ...

- Tu kwami es insaciable.

- Lo se ¿Sabes cuánto cuesta su queso favorito?

- No, y tampoco me interesa.

Por el momento, pensó Adrien, no tenía mucho de que preocuparse, Alya ya no sonaba como si estuviera molesta.

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