Nathanael dormía plácidamente en un lugar oscuro mientras era observado por una bella mujer que se paseaba lentamente por el suelo marmolado esperando pacientemente que el chico despertara. Del otro lado de la puerta Gabriel estaba de pie con las manos temblando por el temor que le producía aquella mujer en la que se había convertido Noroo. Fría y manipuladora.
- ¿No vas a entrar? - Susurró el cuerpo poseído ocasionando un espasmo en el pobre hombre que aferró más fuerte lo que tenía sujeto en su mano derecha - Gabriel - Volvió a susurrar Noroo con más suavidad - No me hagas esperar, sabes que lo detesto.
El mayor de los Agreste abrió cuidadosamente la gran puerta de madera negra de doble hoja para ingresar a la habitación carente de luminosidad por las gruesas cortinas que cubrían los enormes ventanales. Noroo sonrió ampliamente mientras se acercaba a Gabriel con paso firme; al estar frente a él desvió su mirada al Miraculous que sostenía férreamente entre sus dedos - Damelo.
El hombre negó manteniendo la mirada en el suelo. No se atrevía a mirar en ninguna otra dirección, delante de él Noroo debía estar haciendo una mueca de molestia y a su izquierda un persona inocente debía seguir durmiendo - Gabriel, no me hagas esperar ¿No te he dicho que lo detesto?
- No puedo - Murmuró el tembloroso hombre mientras apretaba más su agarre alrededor de la joya Miraculous que tan celosamente había guardado en una caja fuerte hasta ese día. Noroo suspiro pesadamente mientras ponía una mano en su cintura y la otra la pasaba por su cara echando su cabello hacía atrás - ¿Porque no puedes?
- Era de ella - Dijo con la voz temblorosa - Sólo ella puede usarlo.
- ¿La amas? - Le preguntó la mujer con un tono venenoso que Gabriel interpretó equivocadamente como enojo. El hombre asintió.
- ¿La quieres de vuelta, a tu lado? - Él volvió a asentir - Entonces dámelo.
Gabriel, incapaz de mantenerse firme por más tiempo, le extendió el objeto a la mujer que lo recibió sonriente. Paseo entre sus dedos la joya Miraculous del Pavo Real mientras le contemplaba con una sonrisa... No quería parecer rencorosa, pero odiaba a Duusu desde hacía muchos milenios atrás, ver morir a sus portadores para luego apreciarla a ella sufriendo por la culpa era algo tan satisfactorio de ver que se moría de ganas por repetirlo.
Caminó decidida hacia la cama con dosel donde descansaba Nathanael muy ajeno a sus planes personales. Se sentó en el borde para inclinarse suavemente sobre el delgado cuerpo del chico; Gabriel le observaba sin parpadear mientras Noroo sujetaba el broche de Pavo Real en la ropa del chico.
- ¡Bien! - Dijo para sí misma mientras se giraba a ver a su portador con una de sus siniestras sonrisas - ¿Cual Prodigioso crees que le mate?
***
Orleans había recibido a la mayoría de Parisinos afectados por el extraño suceso antinatural que les había azotado tan fuertemente. La mayoría de personas trataba de reunirse con sus familiares mientras otros intentaban salvar las pocas pertenencias que habían logrado sacar de su ciudad antes de ser evacuados.
Alya se mantenía oculta en uno de los centros de ayuda junto a Adrien. El chico estaba fuera de peligro por lo que le habían informado los rescatistas que le atendieron, pero necesitaba descansar y comer bien cuando despertara. Césaire se había hecho con un paquete de cereales que un tipo casual descuido por ponerse a pelear una jarra de agua con una señora y sus tres nietos... Robar no era agradable para ella, pero en esa situación (Sola, Menor de edad y sin dinero) debía atenerse a cualquier oportunidad que se le mostrará... Oh, alguien acababa de dejar olvidadas unas bolsas de alimento, que lastima... Para esa persona.
Chloe y Sabrina habían dado rápidamente con el padre de la menor. Como jefe de policía había priorizado, muy disimuladamente, la búsqueda de su única hija; se tranquilizo mucho al ver que sus heridas no eran nada permanente y que pronto podría volver a caminar de manera normal. Ambas chicas descansaban en una de las carpas de los rescatistas mientras Sabrina esperaba que Chloe terminara de encajar un lente suelto en el marco de sus gafas.
- Listo - Dijo la rubia mientras le ponía los lentes a su amiga - Como nuevo.
- Gracias - Contestó Sabrina fijándose en los arañazos que decoraban el rostro de su amiga - ¿No irás a que te sanen?
Chloe negó restándole importancia a sus heridas, sus compañeros de armas debían estar peor que ella... Y Abeille debía estar hambrienta en el interior de su chaqueta - Debo irme pronto.
Sabrina parpadeo extrañada mientras acomodaba sus lentes en su nariz - ¿Irte? No, debes esperar para que te lleven con tu padre y...
- Debo irme - Repitió la señorita Bourgeois con decisión en su mirada - Tengo un deber que cumplir.
- ¿Cual deber? - Preguntó Sabrina pensando rápidamente en alguna estrategia para retener a su querida rubia a su lado.
- Uno que no puedo contarte - Le respondió mordiéndose un labio para ahogar un sollozo, esos bonitos ojos la miraban con una preocupación tan real que le partían el alma... La amaba muchisimo como para dejar a aquellos monstruos hacer lo que quisieran en su mundo.
- ¿Tiene que ver con esas heridas? - Tanteo Sabrina.
Chloe asintió.
- ... ¿Puedo ir contigo?
Chloe negó.
- Oh... ¿Es muy peligroso?
Levantó los hombros dándole a entender que no sabía cómo contestarle.
- Agradece que no puedo caminar como se debe - Dijo Sabrina con los ojos cristalinos - Ire por ti en cuanto sane, así que mantente a salvo.
Chloe soltó una risita mientras ahogaba otro sollozo ¿Como decirle que quizás moriría antes de que ella pudiera caminar bien otra vez? - Lo intentaré - Dijo como despedida mientras se levantaba para salir de la carpa. Ningún rescatista en particular le pondría atención a una chica cualquiera saliendo del lugar (Aún no sabían que era la hija del alcalde de París), dio un paso fuera y se regresó de golpe al interior de aquel pequeño lugar para sujetar el rostro de Sabrina y estamparle un rápido beso en los labios antes de salir corriendo fuera de su alcance.
***
- ¿No vas a comer? - Preguntó la madre de Marinette mientras este le daba vueltas al pan que tenía entre sus manos - Cuando tu padre se mejore podrá cocinarnos un poco de su delicioso pan, ya verás - Le dijo la mujer extremadamente confiada.
Marinette no sabía con qué cara mirar a su progenitora cuando pensaba seriamente abandonarla para ir en busca de sus compañeros... No tenía una idea clara de cómo les encontraría, pero sabía que debía reunirse con ellos ¡Era su deber detener a la maldad! No podía continuar con las manos cruzadas. Había sanado un poco, comido, dormido (A medias) y alimentado a Tikky, ya no había nada más que hacer en ese lugar.
- Debo ir al baño - Dijo la franco-china mientras se ponía de pie y caminaba por el pasillo de hospital que la llevaría a los aseos. Antes de girar le dio un último vistazo a su madre: Agotada y preocupada, firmemente aferrada a sus esperanzas de que todo mejoraría... Ojala pudiera perdonarla por lo que haría.
La mujer, de nacionalidad china, iba a levantarse para acompañar a su hija cuando algo en la televisión llamó su atención permitiéndole a su hija huir: Queen Bee había sido capturada por una cámara mientras sobrevolaba los cielos de Orleans.
Una pequeña llama de esperanza volvió a los corazones de la gente.
Sus héroes no se les habían abandonado aún.
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Prodigiosos
FanficNo era culpa de ellos lo que estaba pasando a su alrededor. La sangre, los muertos, la destrucción y la desolación eran productos de aquella mujer herida que solo deseaba volver a ser amada por un hombre; pero al ser rechazada nuevamente por una mue...