El chico del sótano...

Capitulo 2

La señora Beatris estaba lista junto con su esposo para poder ir a aquel orfanato y poder llevarse a Alonso su casa, ella y su esposo estaban sumamente emocionados. Al llegar al orfanato se dieron cuenta de que afuera estaba la madre superior con el pequeño ojiazul del cual la señora Beatris se había enamorado tanto, entusiasmados bajaron del auto para dirijirse asia donde se encontraba la madre superior junto con Alonso. 

Beatris: hola, como están? - sonrió sin dejar de ver a Alonso.

María: estamos muy bien, gracias por preguntar ustedes que tal? - mostró una gran sonrisa.

Antonio: nos da gusto que estén bien, y nosotros nos encontramos sumamente emocionados - respondió mostrando una linda y sencilla sonrisa.

María: muy bien estos son los documentos de Alonso - dijo entregando un folder a ambos - y... Bueno pues aquí esta Alonso con su maleta, ahora confiamos en ustedes, Alonso ahora es su hijo - sonrió.

Batris: ah vaya muchas gracias la verdad estamos muy agradecidos - contesto demasiado emocionada que no pudo resistir a soltar un padre lágrimas.

María: nos vemos pronto Alonso se educado - dijo despidiéndose del menor.

Alonso: la extrañare demasiado, muchas gracias por todo, estoy muy agradecido - contesto abrazando por ultima vez a la monja que el consideraba como su "madre". 

Antonio: gracias - dijo el nuevo padre del pequeño Alonso para después tomar su maleta y subirla al auto.

Beatris: vamos Alonso - dijo abriendo la puerta del auto para que el subiera.

Alonso: adiós - dijo para después subir al auto.

Beatris: adiós - dijo y subió al auto.

María: adiós - contesto y se despidió de ellos con la mano mientras observaba como el auto se perdía con la distancia.

El camino a la casa del matrimonio fue algo incomodo para Alonso ya que todo iba en silencio, el no sabia como actuar simplemente veía pasar el paisaje por la ventana, si algo le encantaba a Alonso era ver el cielo ya que un día la madre superior le dijo que sus padres siempre estarían con el desde lo más alto incluso podrían estar sentados en una nube para cuidarlo. 

Finalmente llegaron a casa y la nueva madre de Alonso decidió ser la primera en hablar.

Beatris: muy bien Alonso, hemos llegado - dijo abriendo la puerta del auto para que el menor pudiera salir - vienvenido a tu nuevo hogar.

Alonso: es una casa muy bonita - contesto sonriendo.

Antonio: ¿te gusta? - pregunto y Alonso asistió con la cabeza.

Beatris: ven entremos! - dijo estirando su mano para que después el menor la tomara.

Al abrir la puerta los ojos de Alonso se iluminaron de felicidad, era una casa muy bella, sencilla pero elegante, exactamente la casa tenia 2 pisos sin contar la terraza, los nuevos padres de Alonso comenzaron a mostrarle toda la casa ya que era realmente muy grande y tenia demasiadas puertas. Finalmente le mostraron sus habitación para después darle un par de indicaciones.

Bestris: muy bien finalmente esta es tu habitación, ¿te gusta? - cuestión. 

Alonso: si, es muy linda - sonrió dulcemente.

Beatris: bueno en la casa ahora tendremos algunos acuerdos y quiero que los cumplas por que si no lo haces tendrás un pequeño castigo por eso de acuerdo - dijo provocando que Alonso se sintiera en una prisión.

Antonio: mira no puedes salir de tu habitación a partir de las 12:30pm - dijo.

Beatris: cuando duermas tu puerta deberá permanecer cerrada con llave - dijo dándole una pequeña llave que tenia un pequeño llavero de iguana.

Antonio: si escuchas algún ruido extraño no hagas caso, solo son los arboles que se mueven y pegan con la ventana - señalo un árbol gigante que cubría la mitad de la ventana del cuarto del infante. 

Beatris: y por ultimo y mas importante - miro a Alonso a los ojos.

Beatris y Antonio: no bajes al sótano por más grande que sea tu curiosidad no lo hagas - juntaron los dos a una sola voz.

Para Alonso todo eso le parecía como una película de terror, le daban ganas de regresar al orfanato ya que ahí no estaba prohibido nada, se sintió muy asustado cuando sus nuevos padres le prohibieron varias cosas, pero lo que le inquietaba más era ¿por que no podía ir al sótano?