8: Admitirlo

950 92 1
                                    

La cena fue muy entretenida, conocí a Josh, uno de tus compañeros de trabajo. Es muy agradable y un chico divertido. Me recuerda a ti, a tu antiguo yo, ese que me sonreía siempre en el orfanato.

He de admitir, que no me prestaste mucha atención y que al principio me molesto que hablarás tanto con esa tal Marina, pero Josh se encargó de distraerme.

Lo notó, se dió cuenta. Se percató de lo mucho que te observaba.

—Te gusta ¿cierto? —el moreno me preguntó y yo me quedé observandolo como si hubiera dicho algo sorprendente.

Nunca lo había oído en voz alta o no quería admitirlo o quizás estaba completamente confundida, pero era cierto.

No sólo era dependiente de ti, también estaba enamorada de ti.

Dependiente de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora