10. Voz

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Hablabas por teléfono, charlabas bastante, no dejabas de hacerlo ningún segundo.

¿Tan divertida era Marina?

No podía reprocharte nada, yo estaba de prestada en tu casa. Sí, era tuya. Nunca he aportado nada como para decir que era mía. Aunque a pesar de eso tú sí lo decías.

"Volvamos a casa"

"Nuestra casa necesita refacciones"

"Vivimos juntos, es la casa de ambos"

"Nuestra casa..."

Me perdí en los pensamientos de tu voz. Tú siempre repitiendolo como una máquina, lo decías tan natural y ahora llega esta mujer, dando vuelta todo el contexto.

—¿Vas a mantenerla para siempre? —oí su voz en el teléfono. Me sonó muy irritante —¿Acaso tienen una relación? Creí que...

—Somos amigos —tú le aclaraste y ahí fue un puñal directo a mi corazón —¿Cual es el problema? —te enfadaste con ella, así que un pequeño alivio había llegado a mí.

—¡¡No puedes mantener a una persona con esa excusa!! —ella te gritó pero tú la seguiste oyendo, así que cuando hiciste silencio se calmó y continuó más tranquila —no puede depender de ti para siempre.

—Tienes razón pero...

—Nilan, sabes perfectamente que... —te interrumpió pero dejaste de escucharla cuando me viste en la puerta.

Me tensé, no sabía que hacer, estaba escuchando una conversación ajena, pero no era mi culpa que te gustará usar el altavoz y ahora estaba enfrente de ti, sin saber que decir.

Dependiente de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora