Dependiente de ti

7: Amigos

No supe cómo decirte que no y fui a comprar. Dependo de ti para todo, aunque me gustaría que me entendieras un poco.

No tienes la responsabilidad de enseñarme, sin embargo ya estamos aquí, en esta situación. Deseo un poco de compresión de tu parte. No debería exigirte nada, pero es lo que siento en este momento.

Volví a la casa tranquilamente y estabas esperandome en la puerta. Te entregue las bolsas y sonreiste, así que yo también lo hice. Al entrar te pusiste a cocinar y como siempre, yo sólo observaba.

—¿Mañana es tu día libre? —te pregunté calmada.

—Sí, pero voy a salir —me contaste y mi sonrisa se borro.

—¿A dónde? —la curiosidad llegó a mí.

—Con unos amigos del trabajo —giraste tu vista a verme y me preguntaste —¿Quieres venir?

—No lo sé...

Sonreiste.

—Ven, puede que conozcas a tu futuro marido —bromeaste pero yo quedé tildada.

Nunca había pensado en algo como eso, yo sólo creí que estaría juntó a ti por siempre. Sólo éramos amigos ¿Qué más podía pedir de ti? No había nadie más para mí, pero creo que tú no lo veías de ese modo.