Si te hubieras quedado

IX

Adam
Cuando iba camino de regreso a mi oficina, ví una la silueta de una persona inolvidable; era mi Alice...perdón solo Alice. Su cabello castaño oscuro hasta la cintura, sus curvas, sus delgadas manos y toda su complexión la tengo tallada en mi cuerpo y mente.

Me sorprendí al verla aquí, y no pude aguantarme las ganas de hablarle.
Ella se mostró sorprendida por mi presencia, y si no me equivoco creo que también estaba un poco nerviosa, su gesto de desviar la mirada siempre la delata.

El estúpido entrevistador que es mi hermano debe de estar follandose en su oficina a otra mujer, y por eso dejó plantada a Alice, más tarde lo reprendere pero por ahora...le haré la entrevista a Alice, puede que le tenga rencor, pero yo siempre me he caracterizado por separar los asuntos personales de los profesionales y este caso no será la excepción.

Al llegar a mi oficina ella toma asiento en la silla que está frente a la mía, yo por mi parte hago lo mismo, ahora lo único que nos distancia es un vanal escritorio.

-¿Para qué puesto estás aplicando? -inquiero mirándola fijamente, mientras ella intenta regular sus nervios, puedo percartarme de que está bellísima, ese vestido negro que lleva puesto la hace ver muy elegante, pero también le da un toque de sensualidad, en realidad todo lo que vista Alice siempre se verá hermoso, porque la perfección de ella, oculta la imperfección de la ropa.

Lástima que tanta perfección física sea destruida por la basura de persona que es Alice Souriant.

Alice

-Para el de asistente -digo desviando mi mirada de la de Adam. Dios que tiene este hombre que me pone tan nerviosa. Ya no eres una chiquilla Alice, no puedes dejar que una mirada te intimide...a menos de que el dueño de esos ojos sea él hombre que amaste pero dejaste de un día para otro.
-¿Dime tus tres mayores virtudes y defectos? -esa pregunta la responde hasta un niño de primaria...mierda mi mente quedó en blanco, creo que hasta prefiero una pregunta filosófica.
-...Sincera -comento por lo bajo y veo como Adam arque la ceja, por eso no quería que mi entrevistador fuera alguien que me conociera.-perseverante y...-a mi cerebro ya le está saliendo humo, que decepción Alice no te conoces para nada.
-Humilde -comenta Adam al parecer inconscientemente, y pienso esto porque él esta igual de sorprendido que yo por su intervención. -Lo siento, es que te ví algo dudosa- dice Adam aclarandose la garganta, y sonrojandose un poco.-no puedo evitar sonreír.
-Tranquilo no pasa nada, entonces prosigo con mis tres defectos -menciono ya menos nerviosa.-Terca, impuntual, y perezosa- ahí si despiertas maldito cerebro.
-¿Crees que tienes la suficiente formación para este puesto? -pregunta Adam tomando un sorbo de agua.
-No, o sea si pero no... no sé -bien Alice la mejor forma de arruinar una entrevista es siendo tu misma, aquí nada es actuado, a lo natural; sientete orgullosa.
-Si pero no -comenta Adam alzando la ceja y sonriendo -maldito estúpido se burla de mi desgracia.-¿Cómo es eso?
-Mira me siento capacitada para ocupar el cargo de asistente, pero no quiero que con mi respuesta pienses que me siento más que las demás, porque aunque sé que puedo con el puesto, también soy consciente de que puedo cometer errores de los cuales espero aprender y adquirir más experiencia laboral. -respondo intentando que suene con tranquilidad.
-¿Por qué deberíamos contratarte? -no pues, de una vez pregúntame por el significado de la vida. Odio estás preguntas.
-Porque deseo ser libre Adam. Tal vez esta respuesta sea poco profesional ya que me voy a basar en el pasado pero es la única que tengo en mente. -digo suspirando -Mira yo conocí gran parte de lo que eres, y puedo decir que en el ámbito laboral en lo poco que me dijiste se que tú querías crear una empresa donde cada empleado tenga su valor, donde cada persona sea indispensable para la oficina, donde cada mente sea libre de expresarse y crecer, por esa y muchas más razones quiero trabajar aquí. -concluyo mirándolo para ver sus reacciones, tal vez le moleste que tome el pasado como referencia.
-Veo que tienes una gran variedad en idiomas...-supongo que no le afectó mi respuesta, y así es como debe ser, después de todo no le debe afectar nada de la mujer que lo dejo.-italiano, español, inglés, alemán y por último tu preferido el francés.
-Y también tu odiado -respondo con nostalgia.
-No lo odio, tan solo no me gusta es muy fácil. -refuta Adam con aires de orgullo.
-Si es muy fácil ¿Por qué no lo aprendes? -comento retandolo con la mirada.
-Es perdida de tiempo -jamás me ganarás una pelea Adam Charme.
-Excusas ¿Están por ahí? -digo mirando hacia todos los lados, veo como el sonrie, y por un momento siento como si estuviéramos hablando como antes, sin ningún pasado que nos haga sentir incómodos, pero como dije solo fue un momento ya que Adam parece percatarse de que se dejó llevar y vuelve a su postura de seriedad.
-Bueno, ya acabamos con la entrevista -comenta Adam cerrando una carpeta.
-Muchas gracias, hasta luego -digo levantandome de la silla, bueno por lo menos lo intente.
-Espera ¿Para dónde vas? -inquiere Adam y yo tan solo expreso confusión. -Ya acabamos ¿No? -menciono rogando porque sea así.
-La entrevista Alice, pero tú empiezas a trabajar ya y tú jornada se acaba hasta que yo salga. -dice Adam levantándose y colocándose frente a mí, claro que a una distancia moderada. ¿Esperen que fue lo que dijo?