Muñeco •Yoonmin•

09

Luego de aquél momento, JiMin me abrazó mientras volvía a su casa, sin importarle que aún le queden más clases.

Al llegar, como siempre. Había un total silencio y botellas tiradas en varios del salón.

Entró a su habitación y se quitó toda la ropa mojada mientras se veía en el espejo con asco y con las lágrimas aún cayendo.

Me tomó, quitó también mi ropa toda mojada y sucia, y luego junto a el me llevó al baño.

Allí dejó que la bañera se llene antes de meterse completamente.

— No podré colgarte afuera. Está lloviendo...— dijo mientras me metía dentro y luego entraba el— Um... veré si puedo ponerte al lado de la estufa... también tendré que coserte— se mordió el labio—. Aunque no se como coser.

Al salir de la bañera me cubrió junto a el, con una toalla y luego se dirigió a su habitación. Allí se colocó ropa holgada  y luego me dejó al lado de estufa.

Se acostó en su cama y comenzó a llorar.

Al día siguiente no fue a sus clases, sino que se quedó cosiendo mis partes rotas mientras soltaba quejidos al pincharse con la aguja.
Luego buscó algo de ropa para mi y me la colocó.

— Debes estar arreglado... si TaeHyung despierta, el se hará cargo de ti— mordió sus secos y heridos labios.

¿A qué se refería?

Tomó una nota y comenzó a escribir en ella, se acercó a mi y la dejó abajo mio.

— Ya no puedo soportarlo más. Perdóname por todo. Espero que TaeHyung no se enfadé demasiado y que por favor despierte.

No.

Detente JiMin.

Abrió un cajón y sacó de allí aquella navaja que yo tanto odiaba.

— YoonGi... TaeHyung espero que puedan perdonarme— lloró antes de comenzar a pasar la navaja por todo su brazo.

¡No! ¡Detente JiMin!

¡Por favor alguien que venga! ¡Qué alguien lo salve!

¡TaeHyung despierta!

Por favor...

La sangre se escurría por todo su brazo mientras que las lágrimas se unían a esta. El suelo comenzó a teñirse de un rojo carmesí y pronto las piernas de JiMin perdieron fuerzas.

¡JiMin! ¡No!

Los ojos de JiMin me miraron por una última vez antes de cerrarse. Mientras que yo intentaba con todas mis fuerzas hacer algo.

No sé lo que sucedió cuando todo de la nada se volvió oscuro.