Muñeco •Yoonmin•

12

Los días seguían pasando.

Aún tenia la misma ropa que JiMin me había puesto cuando era un muñeco y que curiosamente, se había hecho gigante para adaptarse a mi forma humana.

Había decidido ir a la casa de JiMin, ya que en estas horas, su tío no se encontraba en su casa. Me bañaría y tomaría algo de su ropa, así que salí del hospital y con mis pies descalzos caminé hasta su casa.

Al llegar y terminar de bañarme, como dije, tomé algo de su ropa y un par de zapatillas que de suerte me entraban.

Ahora que era humano, tenía sueño y hambre. Se sentía todo muy raro.
Además sentir latir fuertemente mi corazón cuando pensaba en JiMin, también era una sensación rara, pero bonita.

Salí de su casa y me dirigí de nuevo al hospital.

Busqué la habitación en la que se encontraba TaeHyung y al encontrarla, entré.

Me acerqué a su inmóvil cuerpo y me senté a la lado suyo.

— Hola TaeHyung... seguramente te estarás preguntando quien soy...— tomé un tiempo antes de seguir hablando—. Soy YoonGi, en carne y cuerpo. Sé que suena raro, ni siquiera yo sé como sucedió, pero pasó. Seguramente sabrás que JiMin pasó por algo... pero que ahora está bien. Él y yo, estamos esperando a que despiertes, también tu madre, quién todos los días viene a visitarte a ti y a JiMin. Se le nota cansada, así que también despierta para dejar de estresarla.— Pensé en que decirle a continuación— Um... sé que siempre estuviste preocupado por JiMin, que sentías que eras muy débil para protegerlo pero que aún así lo intentabas. Por eso ahora... quiero decirte que no debes preocuparte más por aquello. Ya no serán solo tú y JiMin, estaré con ambos y aunque también sea algo débil de cuerpo, es mejor que seamos tres a que ser dos— le sonreí algo tímido—. Bueno, quería decirte todo aquello. Tal vez venga mañana de nuevo. Intentaré venir todos los días, total no tengo otra cosa que hacer. Para uno de esos días, espero entrar y verte despierto— dije antes de verlo por una última vez y salir.