onceavo capítulo: promesa.

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"ohhh..."


el rubio observó con cuidado la casa de los armstrong, hace mucho tiempo que no se encontraba en ella, cuando era un pequeño niño está siempre se encontraba linda, reluciente, llena de felicidad y ahora se encontraba descuidada, triste.

"¿y tú mamá?" pregunto, hace tanto que no veía aquella persona que consideraba su segunda madre.

"mitchell... mi mamá ya nunca está en las tardes, desde hace ocho años, mis hermanos están trabajando y yo estoy solo todas las tardes después del colegio"


el rubio desvío la mirada, apenado.


"no tienes que pedir disculpas" se adelanta, acomodando su mochila en su hombro para después caminar hacia las escaleras "no lo sabías, ¿sabes dónde queda mi habitación? ¿o ya lo olvidaste?"

soltó una risita al final logrando que mike sonriera de lado, ahí estaba su billie.



(...)





"recuerdo que tu habitación era de un color verde claro, tú favorito" narra con melancolía, billie suspira con una sonrisa para después asentir.

ahora su habitación se encontraba llena de pósters y diferentes manchas, opacado lo que alguna vez fue el cuarto del moreno.

"también recuerdo que nos dibujamos... " se gira hacia él. "en tu pared"

"yo también lo recuerdo" se gira de igual forma, provocando que aquellos ojos verdes y azules se conectaran una vez más.

el silencio invadió el lugar, un silencio que ambos necesitaban para poder admirarse. donde billie simplemente podía ser ella o donde mike simplemente podía ser él, ese tipo de silencio que te deja pensar cosas maravillosas porque billie eso es para mike, es maravilloso. desde sus lindos ojos verdes y aquellos labios que no eran muy gruesos ni muy delgados, simplemente perfectos para él... de la forma que si tan solo los juntara... sería la unión perfecta.


"si me acuerdo" interrumpe desviando nuevamente la mirada, mike parece reaccionar y frunce los labios "¿recuerdas cuando dijiste que yo... era bonito?"

"sí" sonríe sin poder evitarlo "pero me equivoqué..."

billie rápidamente gira hacia mike sintiéndose... mal.

"eres linda"


su corazón comienza a acelerarse, sus mejillas se tornan un color rojizo y los nervios comenzaban a correr por todo su cuerpo.

"empezaremos desde cero ¿sí?" prosigue mike al notar aquel rostro perfecto que le miraba expectante, simplemente le encantaba.

"alguna vez..." alzó su meñique "siempre estaré para ti...siempre voy a escucharte todo el tiempo, no importa si es de noche o de día, o este pintando mis uñas siempre estaré contigo en las buenas y en las malas"


a mike le sorprendía que billie recordara con exactitud aquella promesa.

"yo... " alzó su meñique "prometo siempre cuidarte, protegerte y quererte. en los momentos buenos y malos... "

"promesa"

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