FEMALE

cuarto capítulo: ¿puedo?

billie joe, 9 años.

"¿mike?" pregunta billie.

ambos están en el patio de la escuela, recargados en un árbol. su árbol, el moreno jugaba nervioso con sus pequeños dedos últimamente veía a su amigo con el rostro más delgado y más pálido.

"¿qué sucede?" responde mike.

"¿tienes algo? es decir... te veo... ¿mal?"

el rubio frunció sus labios un poco y después miro al moreno por unos momentos a su amigo, sus orbes azules examinaban con cuidado el rostro de billie lo cual puso nervioso al contrario. aquellas ojeras, no se veían bonitas.

"suceden muchas cosas en mi casa." responde finalmente con un suspiro de por medio. "papá y mamá pelean mucho, la verdad no sé qué sucede pero se siente un ambiente... feo."

"¿pelean? ¿a qué te refieres?"

"a cosas feas billie." le corta agachando la mirada mientras que frota sus manos. "no quiero decirte, tú eres muy... tierno para estas cosas. ¿si? quiero protegerte de todo, eres mi amigo."

"¡por siempre!"

mike ríe un poco y asiente; "por siempre."

el viento golpea sus rostros creando una sensación armónica, una de paz verdadera. un ambiente que solamente ellos podían crear.

"¿quieres ir a mi casa hoy?" pregunta. "puedo cocinar algo, mamá me enseña o puedo hacerte peinados. me gusta peinarte, tú cabello es suavecito y me gusta mucho. ¿puedo?"

"billie..." rasca su nuca. "no creo poder."

el moreno borra inmediatamente su sonrisa, sus manos dejan de moverse.

"entiendo, mike... sabes que siempre estaré para ti ¿si? es una promesa." alza su meñique derecho, mike se gira a verlo con una sonrisa y alza de la misma manera su meñique. "yo billie joe siempre voy a escucharte todo el tiempo, no importa si es de noche o de día, o este pintando mis uñas siempre estaré contigo en las buenas y en las malas."

el rubio sonrío y sus labios se abrieron para poder hablar, "¡mike!" gritan a la distancia, ambos giran para poder notar al señor pitchard que los ve con el ceño fruncido. "¡mitchell ven aquí!"

"¿por qué tienes que irte mike?" pregunta billie cuando ve al rubio levantarse con rapidez. "¿mike? ¿por qué te vas? siempre vas a dejarme a mi casa."

"pero no hoy billie."

mike jamás le había hablado así.

"¡espera!" le gritó cuando el rubio comenzó a caminar, billie rápidamente entrelazo su meñique con el de él. mitchell observó aquellas uñas muy cuidadas con un esmalte rosa. "promesa."

billie separó su meñique y le regaló una sonrisa, después un tierno beso en las mejilla.

"adiós billie."