doceavo capítulo: es la más linda.

488 92 42
                                    




"¿dónde estabas mitchell?"

el rubio cerró con cuidado la puerta, intentando no hacer ningún ruido. giró sobre sus propios talones y miro a su madre con tristeza, se acercó a ella tan lentamente, sus delgados brazos pálidos la envolvieron en un abrazo que inmediatamente correspondió la mujer.

"estaba con una amiga..." sonríe de lado al recordar al moreno "de la infancia, quería recordar las buenas cosas que alguna vez tuve..." ladeó la cabeza y dio un paso hacia atrás.

"¿de qué hablas?" enarca una ceja su madre provocando que la vista de su hijo se fije en aquella parte, la señora pitchard nota eso e inmediatamente da un paso hacia atrás y desvía la mirada. "tú nunca has tenido amigas, las niñas no te agradan"

"hay una que sí, madre" le sonríe mostrando todos aquellos perfectos dientes, camina hacia la cocina notando que la comida está hecha. "¿son...?"

"tú comida favorita, verduras con milanesa" camina hacia él con una sonrisa.

"huele bastante bien"

"lo sé, dile a tu padre que ya venga a comer. ha estado muy preocupado de donde estabas, ya sabes... es algo exagerado" le sonríe dulcemente a su hijo.


mike asiente para después caminar escaleras arriba, sus piernas se mueven con rapidez y en menos de un minuto ya se encontraba afuera del estudio de su padre, tocó tres veces la puerta para después escuchar un "¿quién es?" el rubio contesta con su nombre seguido de un: "la comida está hecha, padre"


la puerta inmediatamente se abre dejando ver aquel hombre robusto de piel morena, mitchell da un paso hacia atrás, queriendo ocultarse, algo imposible.


"¿a dónde has ido después de colegio?" exige saber su padre, el rubio desvía la mirada. "¿otra vez con tus amiguitos? ¿por qué siempre estás con puro...?"

"estaba con una amiga" le interrumpe viéndole directamente a los ojos, esos ojos que vieron toda su vida, esos ojos que alguna vez se alegraba de ver, esos ojos que habían cambiado. esos mismos ojos que le miraron y le dieron -tus amigos están mal, billie y frank están mal- aquellos ojos que empezaron a odiar a su propia familia, mitchell no puede recordar en qué momento... fue que su padre comenzó hacer la persona que es ahora, cree, que el primer momento que sucedió fue cuando le dijo a su madre -ya no te amo- pero la insistencia de permanecer juntos y no quitar aquella soledad, provocaron al hombre que es ahora, siempre estaba a la defensiva y se hacía lo que él diga, eso sucedió desde...


el día que decidió decirle adiós, a billie.

esa pequeña persona de complexiones pequeñas que se sonrojaba por todo, que usaba tenis rosas o se pintaba las uñas, que dentro de su casa usaba pequeñas faldas y se delineaba sus ojos tan delicadamente que podrías verlo todos esos minutos que se tardaba frente al espejo en maquillarse y podrías darte cuenta que es un ángel.

porque después de todo mike entendía todo aquello, billie era una niña, billie siempre fue una mujer. billie siempre estuvo bien. billie es una niña encerrada en el cuerpo de un niño, billie es a quien quiere, mike quiere a billie y aunque el moreno se niegue rotundamente en aceptar aquello por todo el daño que le ha causado, ambos saben que andrew armstrong siempre tuvo razón... billie quería a mike y no como amigos.



"¿una niña?" sonríe su padre mientras que niega con la cabeza y se abre paso para dirigirse a las escaleras.

"¿por qué esa acción?"

"porque ambos sabemos que no es una niña, pero a mí me viene dando igual. no me importas, pero supongamos que me importas ¿cómo es esa niña? ¿se te hace bonita?" mike no contesta, su padre ríe un poco. "marica"

eso era repetitivo, normal. su familia estaba rota, una familia que intentaba reparar los pedazos rotos pero es lo mismo, la forma es diferente. mike podía entender aquello, podía entender que su padre fuera malo, malo con él y su madre. pero lo que no podía entender es ¿por qué su madre simplemente lo acepta? simplemente no está bien lo que hace, no lo está pero a la señora pitchard pareciera que no le importa esa actitud, solamente es como... si tuviera miedo de estar sola.




un grito y un plato roto sonó nuevamente en la parte de abajo.


mitchell se queda de pie, sin moverse. sus puños se aprietan pero ¿él que podía hacer? así era el orden de las cosas en su familia, en esa rota familia que se encargó de romperlo a él.

él estaba bien,
billie estaba bien.
las circunstancias... no tanto.


"se llama billie... y es la niña más linda de todas" respondió mike.

FEMALEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora