Psicosis ||Camren||

Día nueve.

Camila estaba feliz por Lauren y nadie le podía quietar eso, quizá iban muy rápido o quizá muy despacio pero Camila estaba cómoda y eso era todo para ella. ¿Era novia de Lauren?  No lo sabía, no te haces pareja de alguien por un beso. Solo tenía que esperar, aunque ser novia de Lauren le encantaría.

- Hija.- Camila escuchó que su madre la llamaba. - ¿Puedes esperar un momento? Yo te llevo.

- ¿Si hm?

- ¿Por qué llegaste tarde ayer? Estas llegando tarde a menudo. 

- Estaba en una cita. - la madre de Camila la miro sorprendida.

- ¿De verdad? - Camila asintió. - ¿Por qué no nos dijiste nada? Hubiéramos comprado algo 

- Fue una sorpresa. Se me hace tarde, me llevas? 

En todo el camino a la escuela Camila no hablo mucho, su madre trato de averiguar mas sobre su cita pero ella no queria que descubriera que era una chica. Más aun, que a Camila le gustaba esa chica. Llegaron un poco tarde pero pudo entrar sin ningún problema a su primera clase, cuando entro, vio a alguien nuevo en el fondo del salón.

- ¿Lauren? 

Camila fue lo mas rápido que pudo hasta ella.

- ¿Qué haces aquí?

- Cambie algunas clases para estar contigo. - ambas sonrieron.- ¿Estás bien con eso? 

- Claro. - Camila sonrió y le dio un beso rápido a Lauren, lo cual le sorprendió a las dos pero ambas sonrieron de nuevo.

Antes de comenzar la clase el maestro de Camila le dijo que se hiciera en su lugar habitual pero ella no quiso, con la excusa de que su compañera nueva no estuviera sola; a lo cual nadie le presto atención.

Ellas hablaron durante toda la clase, la siguiente no tenían juntas pero las otras dos que quedaban, sí.

Hablaron, se rieron, se dieron uno o mas besos antes de que algún profesor las viera y fueron para el almuerzo.
Camila decidió llevarle la bandeja a Lauren, fueron al mismo lugar de siempre y comieron.

Luego se miraron como era costumbre y se besaron.

Los labio de Lauren eran cálidos y perfectos para los de Camila, ni una de las dos había tenido besos así en toda su vida. Sentían algo inexplicable la una por la otra y eso era maravilloso.

- ¿Lista para la segunda cita?

- ¿Cuándo? 

- ¿ Viernes? 

- Está bien, ¿Aquí tambien? - Lauren negó. - ¿Dónde? 

- Yo te recojo.

- ¿No vas a venir? 

- Tengo algo que hacer pero estoy en tu casa apenas salgas de aquí. ¿Esta bien? 

- Esta bien - Lauren estaba lista para irse, cuando se paró Camila le agarró el brazo. - ¿Se te olvida algo? 

- Tienes razón. - Se acercó y besó rápidamente - Te veo mañana.

Cuando Camila regreso dentro se burlaron de nuevo de ella pero no le importó, estaba feliz con Lauren y eso era todo lo que ella necesitaba. Fue por sus cosas pero Lauren no estaba al lado de la moto como siempre, la moto no estaba ahí.

Camila llego lo más rápido a casa y se fue a su cuarto de nuevo leyendo y de nuevo extrañando el sabor de la fiesta pero más intensamente. Ella necesitaba eso de nuevo, hasta que recordó que en la última fiesta le habían guardado algo en el bolsillo; encontró el pantalón de ese día y ahí estaba, lo probó y ese era el sabor, Camila se sorprendió porque era un simple dulce pero tenerlo de nuevo la hizo más feliz de lo que ya estaba. 
Guardó un poco más del dulce ara así tenerlo por más días.

Camila estaba comenzando a ser feliz.