Psicosis ||Camren||

De compras con mamá

Camila y su madre jamás se ponían de acuerdo, si Camila quería un pantalón su madre quería un vestido y viceversa, hasta que entraron a un almacén donde vieron el vestido rojo más bonito que jamás hubieron podido ver en la vida; no dudaron ni un momento en comprarlo, con un moño negro que combinaba con sus tacones.

- Realmente creo que te vas a ver muy hermosa. Me hace feliz que por fin quieras salir, hacer amigos, sabes? El mundo no es solo Michelle. 

- Ya lo sé mamá ¿Por qué tienes que mencionarla? Estábamos bien.

- ¿Por qué te alteras tanto? Entiendo que te haya dolido el que ella se fuera, pero estás realmente mal por esto.

- Era mi mejor amiga.

- Y lo entiendo, pero una amiga no dura toda la vida.

- Llevaba 17 años conmigo ¿Eso no es media vida?

- No. Encontrarás otra.

Camila no iba a encontrar otra mejor amiga así, no iba a encontrar a alguien que ella pudiera amar, no había alguien igual que Michelle.

Pero Camila se equivocaba en lo segundo. A veces nos encerramos a una persona creyendo que ya no vamos a volver a amar, pero nos olvidamos del destino que ya tenemos y de que siempre hay una oportunidad, todos tienen a alguien destinado solo que otros demoran más tiempo en encontrarlo que otros.

Camila y su madre llegaron un poco tarde a su casa, su padre y hermanos las estaban esperando para que comieran, todos sorprendidos porque Camila había salido ya que ella no hacía más que ir de su cuarto a la escuela. Nadie sabía lo que pasaba allí adentro y tampoco se interesaban ya en saberlo.

La madre de Camila quiso entrar un día por la noche pero ella no la dejó; desde ese día nadie intenta más. Camila estaba en su mundo y eso a nadie le molestaba.
Los siguientes días en la escuela fueron normales para Camila; se burlaban y todo pero ella solo estaba en su mundo y de ahí ya nadie la  podía sacar, Jacob se sentaba una que otra vez a su lado y las demás clases estaba sola, en el almuerzo optaba por irse cerca del baño y comer ahí, esa era su nueva vida y eso estaba bien para ella.

Era viernes y Camila estaba algo emocionada por la fiesta, corrió a su casa y le dijo a mamá que la ayudara a mirar diferentes peinados para el día siguiente y así pasaron toda la madrugada, hasta que Camila lo decidió; ondularse el cabello era la mejor opción pero al menos esa noche no la paso encerrada en su cuarto y eso era suficiente para ella, la madre de Camila rogaba para que ella pudiera hacer amigos en esa fiesta y que todo comenzara a ser diferente.

Y no se equivocaba,  Camila sí iba a hacer amigos, una amiga. Y todo iba a cambiar.
Pero no era la clase de amiga que ella esperaba, ni siquiera Camila esperaba una amiga así, todo puede cambiar en cuestión de segundo y esta no fue la excepción.

Algo nuevo cambió la vida de Camila.