Psicosis ||Camren||

Día 41

Camila no se levantó' en su habitación de princesas como estaba acostumbrada, se levantó sin tener idea en donde estaba peor aún, no sabía dónde estaba Lauren o si le habían practicado la muerte inducida, no sabía nada y eso la desesperó.

Comenzó a gritar e intentaba salir del lugar pero no podía, la puerta de donde estaba era demasiado dura parecía hecha de hierro y era imposible salir. Hasta que la puerta se abrió.

-¿Quién es usted? -Camila habló mientras tenía más miedo que nunca.

-Soy Stella, tranquila. Tú debes ser Camila.

-¿Cómo sabe mi nombre?

-Ahora estoy para cuidarte. Todo está bien, tus padres decidieron que ibas a estar mejor aquí.

-¿Mis padres? ¿Dónde esté Michelle?!

-Michelle. No recuerdo una Michelle. -Camila analizó a la señora que estaba en frente de ella y no se veía tan mala. -Oh, ya recuerdo, cariño. Tú amiga Michelle. Tus padres dijeron que le dirán dónde estás pero ella no puede venir a Visitarte.

-¿Por qué no?

-Tus padres no lo permitieron.Escucha, sé que esto debe ser nuevo para ti, tómalo como tu nueva casa, yo voy a ayudarte.

-Necesito un teléfono.

-No se te tiene permitido realizar llamadas.

-Por favor, Michelle debe estar preocupada. -La seflora miré a Camila con lastima.

-Escucha cariño, esto no lo hago por nadie. Pero se ve que eres muy pequeña para entender qué está pasando. ¿Cuantos años tienes?

-17.

-Lo imaginé, no vienen aquí de esa edad casi nunca. Entonces, llama a tu amiga. -Stella le alcanzó su celular a Camila. -Tienes cinco minutos, v0oy a estar en la puerta. -Camila asintió.

-¿Si? -Escucho la voz de Michelle al otro lado de la línea.

-¿Mich?

-Cangrejo, ¿Estás bien? ¡No entiendo porque tus padres nos hicieron eso!

-¿Qué Mich?

-No lo vas a entender, princesa. -Camila escuchaba a Michelle llorar.

-¿Por qué lloras? ¿Me puedes sacar de aquí? 

-Voy a hacer todo lo posible, cangrejo.

-¿Cuando nos vamos a Filadelfia? -Michelle no paraba de llorar y Camila seguía sin entender.

-Cuando te pueda sacar de ahi, tu beca la guardaran.

 -Esta bien. ¿Mich?

-Dime cangrejo.

- ¿Qué pasó con Lauren? 

- No lo sé, princesa. Tienes que averiguarlo, ella debe estar bien. 

- Te amo, Mich. - Michelle lloraba cada vez más. Camila era tan inocente. - Nos vemos.

-Nos vemos, cangrejo 

Stella entró a la habitación de Camila y le explicó cómo iba  a vivir ahora; tenía horarios y normas y muchas medicinas. Nada de pizzas, ni de dulces. Le enseñaron todo el lugar y había mucha gente ahí, cada uno tenía su propia habitación, algunos la saludaban otros la ignoraban. Stella le permitió a Camila tener su guitarra en su habitación ya que eso le ayudaba demasiado.

Luego de un día y de sus nuevas medicinas, Camila durmió.