Hechos sin Hechos

Una Mirada:Saiya¿que?

–Saiya....jin.–apenas pude pronunciar el nombre del título,es raro,jamás había escuchado esa palabra.

Una sensación recorrió todo mi cuerpo y la curiosidad también hacía su presencia,la luna llena apareció reflejándose en la pequeña ventana de la biblioteca que señalaba la media noche supongo,así que tomé el libro entre mis manos y volví a subir a mi habitación....

12:30a.m

No podía dormir,treinta minutos dando vueltas en la cama hasta que decidí sentarme en la orilla,después de otros cinco minutos decidí bajar a caminar en la casa y comer algo,el libro se encontraba en una mesa cerca de la computadora así que lo tomé por instinto,sabía que dormiría hasta tarde y debía de entretenerme un poco...
Me senté en la pequeña mesa de la cocina poniendo agua en la cafetera para hacer café (ni modo que galletas xd),cuando por fin estaba listo lo coloqué en una taza y comencé a tomar de el;abrí el libro.

–Saiyahin.–Volvi a leer el título, su pronunciación era complicada. –Saiyajin,supongo que esa es su verdadera pronunciación. –Reí en voz baja.–Los Saiyajines o el significado del Saiyajin.
Es una raza,proveniente de un planeta retirado de la Tierra,el nombre de aquel planeta es Vegita,contaba con una raza ya antes mencionada llamada Saiyajin,
algunas de sus características es la gran habilidad para practicar artes marciales tanto la obsesión por pelear con personas con su misma o mayor fuerza,suelen ser pelinegros y desarrollan una técnica especial que les ayuda a convertirse en "Súper Saiyajin".–Escuche unos pasos provenientes de las escaleras, cerré el libro y una cabeza rosada se asomaba.

–¿Que haces a estas horas levantada?.– Rasco su cabeza en modo de confusión.

–Solo, no podía dormir.–Camine hacia un lado para dirigirme de nuevo a la habitación.–Diria que son notas en vez de un libro.–Me arroje a mi cama abrazando el libro.

Desperté, de nuevo tarde, así que hice lo que pude para llegar temprano, pero cuando llegue no había nadie, estaba sola la institución.

–¡¿Pero que demonios?!.–Grite.

–¿Sabías que son las cinco y media de la mañana?.–Una voz peculiar hizo su presencia.

–¿Tu que haces aquí?.–Me gire a verlo el solo se rascaba la nuca, esa típica pose de Son Gohan.

–Ahora llegó temprano, para no volver a tener incidentes. –Sonrio manteniendo su postura.

–Pe..pero según mi reloj son las siete y media.–Me defendí cruzando los brazos.

–Lo siento al decirte esto pero, en realidad son las cinco, tal vez quisieron jugarte una broma.

Mis ojos se abrieron como un plato, no quería pasar tiempo con Gohan, no lo necesitaba, después de varios segundos caminamos hacia la cafetería y nos sentamos cerca de la puerta, tenía una expresión aburrida en mi rostro mientras que la de el era seria e incomoda, después de minutos decidí mirarlo para entablar una conversación pero el hablo primero.

–¿Qué tal te va con el trabajo de literatura?.

–Genial.–Mi expresión cambio a una  de ilusión. –Pero voy a cambiar de planes.–Me miro algo confundido, en realidad quería contarle a alguien.–Este es mi nuevo proyecto. –Me gire para sacar el libro y mostrárselo.

–Saiyajin.–Susurro.

–¡Pudiste pronunciarlo!.–ahora estaba confundida, tarde horas en entenderle al título, más bien en pronunciarlo.

–Es..es fácil. –Rasco su nuca con nerviosismo.

–Olvidaba que eres un cerebrito.–Despeine su cabello.

–¿De que trata el libro?.

–Los Saijayin, ellos son una raza guerrera muy fuerte.Por error al tratar de investigar sobre los planetas descubrí uno, algo alejado de nuestra galaxia y por supuesto de nuestro planeta, era algo llamativo, así que empecé a ahorrar fondos para ir allá.Cuando por fin termine de construir una nave para que me llevara, salí en busca de ese planeta pero fue muy trágico ya que aterrice en otro planeta donde personas como nosotros pero solo tenían una anomalía, una cola, que nos diferencia, me atendieron, el rey de ellos parecía feliz al verme y solo me dijo «¿viene por un planeta? », me sorprendí... –Me interrumpió un golpe.

–Eso es mentira.–Puso en su rostro una sonrisa incómoda.

–Mas bien parece un diario.–Frunci el ceño y me retire con el libro.

‹Mis más sinceras disculpas
al no actualizar pronto, tuve que borrar
y volver a escribir este episodio, sinceramente no me gusto como quedo ¿que opinan ustedes?›