CAP 1

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1964

-Umm.. ¿Pero qué?

Siento humedecida mi frente, pues habia una gotera en el techo que caía al compás del reloj, gotas gordas caían y resbalaban hacia mi sien.

Me siento y me quito las gotas de la frente y luego de haber hecho eso miro mi habitación que esta casi vacía, pues nunca duramos mucho en una casa  debido a que mi padre es militar, y lo mandan de un lado a otro y con él, nosotras. Siento lastima por mi madre ella odia las mudanzas, peor si son de un país a otro. Mi hermana menor y yo disfrutamos aprender de cada cultura y pais. Aunque tener un "hogar" no nos vendría mal...

Abro el cajón de mi mesa de noche y saco una liga para hacerme un moño. Me levanto de la cama y siento que el frío piso cogela la planta de mis pies, por suerte es un frío soportable. Doy unos pasos y veo a mi hermana menor dormida en su cama como una bolita, temblando por el frío. La cubro con su manta que esta en los pies de la cama.

-Rosa... - susurro para no despertarla de golpe.

Abre un ojo, me mira y se cubre la cara con la manta, dandome a entender que la deje dormir.

Lo haría, pero se nos hace tarde para ir a la escuela. Insisto en que se levante moviendo un poco el bulto que era su cuerpo.

-Vamos se nos va a hacer tarde- digo mientras sigo moviendola suavemente para despertarla.

- ¿Qué tan tarde?- me dice con tono adormilado.

- Muy tarde, ahora levántate y baja a desayunar.

-Aaag.

-Vamos no seas dramática.

Saca la manta de su cara.

-Esa es una de mis muchas cualidades- dice con una sonrisa en su rostro.

-Sería bueno que agregues "ser puntual" a tu lista de cualidades.

Se levanta de la cama, frotando sus ojos.

-¿Contenta? Ahora si me disculpas iré al baño.

Veo como entra en el baño y yo me voy a la cocina a ayudar a mi madre con la mesa. Por el pasillo ya se empieza a oler lo que mi madre prepara en la cocina y huele muy bien.
Entro en la cocina y veo que la mesa está casi lista, mi madre esta preparando café con leche.

- Cariño puedes poner las cosas que estan sobre ese mesón en la mesa, por favor-  dice mientras me señala el mesón.

Sobre ese mesón habia una cesta con pan, mantequilla y una mermelada de frutilla. Llevo todas las cosas a la mesa y me siento para preparar mi desayuno.

-¿Y papá?- digo mientras saco un pan de la cesta.

-Salió temprano cariño- dijo con tono dulce- me dijo que les recuerde que las ama.
Se forma en mis labios una pequeña sonrisa.

-¿Y tu hermana?- pregunta mi madre mientras me da una taza de café con leche.

-Se esta lavando la cara -digo mientras recibo la taza.

-¡Buenos días!.

-Hablando de la reina de Roma- dice mi madre con una bella sonrisa que inunda su rostro -Ven preparé cafe con leche.

Y en un instante los ojos de mi hermana se iluminan y se sienta rápidamente en la mesa para disfrutar del café con leche, ella ama el café con leche.

-Esta muy bueno ma- dice mi hermana y vuelve a tomar otro trago del café con leche.

Las 3 charlamos de la escuela y anecdotas de mi madre en la misma, hasta que me acabe el café con leche y el pan con mermelada y mantequilla.

-Gracias por el desayuno.

-Corre a alistarte Alicia.

Beso rápidamente a mi madre y me voy corriendo a mi habitación a sacar mi uniforme, luego a paso más ligero voy al baño a darme una ducha rápida. Dejé mi uniforme y mi ropa interior limpia sobre el lavabo y abrí el grifo de agua caliente, mientras esperaba que caliente el agua me lave los dientes y me solté el moño, agarre mi peine y noté unos cuantos pelos color café claro, mi hermana se volvio a confundir de peine. Quité los pelos de mi hermana y me desenredé el cabello, luego metí la mano a la ducha para sentir si el agua ya habia calentado lo suficiente, en efecto ya estaba lista, me quité la ropa dejandola en la cesta de ropa sucia y entré a la ducha y sentí el agua caliente recorrer mi cuerpo era algo muy relajante. Me enjaboné, me puse shampú y en cuestión de segundos mi piel blanca como el granizo se puso roja por el agua caliente. Salí de la ducha me sequé, vestí y peine con una coleta alta, me miré unos segundos en el espejo para ver si mi aspecto era correcto, al ver el uniforme recordé que ya han pasado casi 2 semanas desde que entré a esta nueva escuela.. ¡nuevo record!.

Salí del baño y me fui a la sala donde  estaba mi hermana esperandome lista, sentada en uno de los sofás. Nos despedimos de mi madre y salimos de la casa.

La Razón de mi DecisiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora