Una camarera conocida
David seguía sosteniendo la puerta para que pase. Le dedico una sonrisa y entro en Madam Coffe.
El lugar es pequeño, aunque esta bien equipado, enfrente esta el mostrador de vidrio, mesas redondas de madera oscura por todos lados, hay barras en los costados y las paredes de los costados son de color azul pastel el resto de las paredes son blancas.
No hay mucha gente, solo una pareja, un chico que come de manera individual y dos chicas sentadas en la misma mesa tomando lo que parece un batido de fresa.
-Me gusta, se ve acogedor- digo evaluando todo el lugar.
-Y eso que aún no haz probado la comida- se relame los labios -¿te parece bien esta mesa?- apunta a una junto al ventanal.
-Cualquiera esta bien.
David me jala la silla para que me siente. Tiro mi mochila al piso y me siento, David hace lo mismo. La mesa solo tiene dos sillas, situadas de modo en que estemos cara a cara.
-Que buenas vistas- digo mientras miro la ventana.
El cielo tiene muchas nubes hoy , ¿va a llover, otra vez? Tengo algo por si hace frio, estaré bien, espero...
Me pierdo en mis pensamientos un momento hasta que escucho a David hablar aunque no logro entender que dice, es como si estubiera en un vaso de agua.
-¿En que tanto piensas?
Todo vuelve a oirse con claridad.
-Estaba observando las nubes, creo que lloverá de nuevo.
-¿Que te gustaría pedir?- dice David mientras me muestra el menú.
Desvío mi mirada a un costado y veo a la camarera alejarse hasta que entra en lo que parece la cocina, y vuelvo a consentrarme en el menú.
-Te puedo recomendar el-
Interrumpo a David sin darme cuenta.
-Me gustaría un té helado- digo, luego suelto una carcajada - perdona te interrumpí.
-No te preocupes, pensé que estabas indecisa.
David se levanta hace el pedido y vuelve a la mesa.
-Entonces ¿té helado?
-Si, es delicioso y frío, ¿Y tú que pediste?
-Chocolate frío.
-Es una buena opción, pero sigo prefiriendo el té helado.
La camarera nos pone nuestras tazas y se retira.
-Vamos a probar esta delicia- digo emocionada.
-Se ve bien aunque nunca he probado uno.
-¡No es posible!- Le paso mi taza -prueba la gloria.
Mientras David prueba el té empiezo a sentirme observada.
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La Razón de mi Decisión
RomanceEsta es la historia de Alicia una chica de 16 años que debido al trabajo de su padre, no tiene un "hogar" como tal. Alicia debe luchar con sus sentimientos y la distancia, pues todo esto transcurre en 1964 y sin los celulares, ni redes sociales la c...