Capítulo 18 -parte 2-

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-Harry,...si quieres bajarte sólo dilo- me advirtió _________.

-Estoy bien- mentí, estaba temblando.

La miré y ella notó el pánico en mis ojos. Sonrió y me tomó la mano.

-No te preocupes- apretó su mano contra la mía.

Le sonreí.

Comenzamos a movernos. Supé que la atracción que _________ había elegido era una de las más populares por la cantidad de gente traumada y enloquecida que salía de ahí. 



{Narras tú}



No solté su mano en ningún momento. Cuando el carril comenzó a dar vueltas empecé a gritar como loca. Aunque aun así no escuchaba mi propio sonido ya que todo el mundo gritaba. Él apretó mi mano fuerte. Niall y Louis gritaban cosas como "quiero ver senos" "la morena de atrás mio está que se parte" y yo intentaba contener la risa.

Una vez que bajamos, Harry estaba pálido.

-¿Fue tan malo?- pregunté mientras me acercaba a él.

El me miró un segundo y volvió su vista al mismo lugar.

Seguí su mirada con los ojos y noté a una chica de gran cuerpo y cabello color castaño-rubio que se acercaba decidida. 

Fruncí el ceño cuando ésta se abalanzo a los brazos de él.

-¡Lindura!- chilló la chica que parecía unos cuantos años mayor que él.

Miré a Niall y él la miraba con fastidio, al igual que Louis.

-Caroline- susurró Harry. 

-¿Cómo haz estado?- sonrió la tal Caroline.

-Bien eso creo...- respondió el siendo interrumpido por un sin fin de besos de aquella rubia.

Sentí como el alma se me caía a los pies.

¿Acaso era necesario soportar aquello?

Bajé la vista al suelo y arqueé una ceja.

-Creo que debería irme- le dije a Louis y a Niall mientras Caroline charlaba con Harry.

-Oh, vamos ______, vayamos a otra atracción, ¡por favor!- rogó Louis dramáticamente. Sonreí sin ganas.

-Bien.

Empecé a caminar sin rumbo del brazo de Louis y de Niall, mientras sentía los ojos de Harry fijos en mi espalda.

Subimos a cada maldita atracción del parque pero yo ya no demostraba ni la mitad de emoción que al principio.

La rubia se había unido a nuestro paseo. En realidad, era muy bonita y agradable. Pero yo la odiaba sólo por el hecho de estar tan cerca de Harry, con él cual yo no había cruzado palabra desde su encuentro con ella.

-__________- dijo de repente Caroline con una sonrisa no del todo falsa- ¿qué eres de Harry?- preguntó.

Los tres hombres habían ido al baño así que yo esperaba sentada sobre un banco blanco y Caroline a mi lado.

-Nada- respondí tajante.

-Pues eso es bueno...- empezó la rubia.

-¿Porqué?- noté como los chicos se acercaban.

-Eres muy pequeña para él, quince años, él podría ir preso por estar contigo- me quedé perpleja mientras Harry llegaba y me miraba con una sonrisa cómplice.

-Primero que todo, tengo 18 años, no quince- aclaré enojada- y segundo ¿acaso cuentos años tienes tú? ¿cuarenta?- los chicos estallaron en carcajadas mientras Caroline me miraba evidentemente enojada.

-Bien, me voy a casa- le dí un beso en la mejilla a cada uno, y me dolió en el alma haber ignorado a Harry cuando me habló.

-Un gusto- le dije a Caroline y sonó a patética mentira.

Me alejé casi corriendo a la salida del parque y de repente sentí un mano sobre mi brazo.

-¿A dónde vas? y más sin despedirte- susurró Harry en mi oído mientras me apretaba contra la pared exterior que rodeaba el parque.

-Ya dije adiós- no quería mirarlo a los ojos.

-¿Estas celosa?- preguntó mientras besuqueaba mi cuello. Lo aparté con las manos sobre su pecho.

-No- dije firme intentando que no se note el temblor en mi voz.

-No sé ni para que lo pregunto, se que lo estas- noté un breve lametazo en mi cuello que me azotó como una descarga eléctrica- Caroline es sólo una amiga.

-Una amiga- repetí- ni tu te la crees-.

Y allí fue cuando caí en la cuenta. Yo no era nada de Harry. Era su amiga. Amiga casual. Al igual que Caroline. Me sentí la más zorra del planeta.

Solté una lágrima y me sequé rápido antes de que Harry se diera cuenta.

¿Porqué estaba haciendo tanto drama? No quería alejarme de él, pero mi orgullo estaba comenzando a dañarse. 

Me estaba usando, y yo lo sabía.

-Llevame a casa-.

Él me miró. Parecía enojado.

-Bien- respondió cortante.



Una semana después...



Ya no pasaba todas las tardes en casa de Harry, mis saludos apenas consistían en un frío "hola" o "adiós", desde aquel día en el parque.

No voy a decir que tenía el corazón roto, pero la lejanía de Harry me mataba. Lo necesitaba.

Era lunes, y empezaría de nuevo las clases. Primer día. Genial.

Agradecí no tener que usar un ridículo uniforme.

Who Do You Think You Are ?  H.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora