La tarde transcurrió lentamente. Trisha me había invitado a pasar el día.
Era una mujer realmente agradable. La llegaba a considerar como una amiga.
-Y dime ________... ¿qué sucede entre tu y mi Zayn?- preguntó en tono cómplice.
Casi escupí el té que estaba tomando.
Estábamos en el jardín escuchando jazz, mientras merendábamos.
-¿Entre Zayn y yo? No nada- comencé nerviosa- somos grandes amigos.
-No tienes porqué mentirme. Se los ve tan lindos cuando están juntos…
-Créame, Trisha. Él es como mi hermano mayor, lo amo, pero ninguno de nosotros dos nos vemos como algo más…
Estaba incómoda.
-Oh cariño, es una pena,… me encantaría que fueras su novia, se ve que eras una jovencita buena y con carisma, eso no se encuentra en la generación de ahora-.
Me sonrojé intensamente.
-Gracias, Trisha- sonreí.
-Lo olvidaba,… ¿quieres ver las fotos de la fiesta? He comprado una nueva cámara, no te imaginas con qué calidad salen las fotografías.
Sonreí recordando la charla con Zayn hace unas horas.
-Sería genial-.
-Ve a verlas, cielo. Sobre la mesada en la cocina, está la laptop, las he descargado ahí-.
Asentí y me dirigí a la cocina ahorrándome el comentario de mi sorpresa ante el conocimiento de Trisha sobre la tecnología. No quería quedar como una maleducada, pero todos los adultos que había conocido aborrecían el tema.
Llegué a la cocina y me senté sobre una de las sillas altas.
Tecleé la computadora desactivando el protector de pantalla, y abrí la carpeta de “fotos recientes”.
Zayn tenía razón, había más de mil fotos. Observé rápidamente cada una, y me sorprendí. Algunas eran realmente buenas. Pasaban de ser un recuerdo familiar a parecer una foto artística. La calidad era excelente, y las tomas eran geniales.
En algunas aparecían personas bailando, en hermosos rostros en primer plano y con el fondo desenfocado, y otras simplemente eran fotografías al gran bulto de gente. Luego de quinientas fotos, comencé a ver algunas en las que aparecía yo, sonriendo. Me veía bonita… supuse que sería antes de llegar a la ebriedad. Una de las fotos en particular, me encantó. Estaba en blanco y negro, y yo tenía la mirada perdida. La foto sólo mostraba desde mi rostro hasta mi cintura, y el fondo difuminado me hacía contrastar. Me quedé observando maravillada.
Me di cuenta del tiempo de estas, debido al color del cielo. De repente desaparecí de aquellas fotos, y observé que luego de cien fotos. Harry aparecía en ellas. Empecé a observar con mayor atención.
Él sentado en una mesa tomando un trago se repetía en unas cuantas, él bailando… él bailando con una chica.
Genial.
Recordaba a la perfección la noche anterior. Como Harry me había engañado para llevarme hasta el cuarto haciéndome creer que tendríamos sexo y luego hacerme dormir.
Sentí una enorme punzada de celos, al ver de nuevo ese tipo de fotos artísticas, con él y la hermosa joven de cabello rojizo juntos.
Al juzgar por las tomas, se estaban divirtiendo, pero no parecían más que amigos.
De todos modos, eso no evito sentirme mal. Quise borrar cada maldita foto en la que ellos salían juntos riéndose pero yo parecería totalmente fuera de lugar.
-Stephanie- dijo Zayn detrás de mí y me sobresalté.
-¿Qué?
-Stephanie se llama la chica que trajo Harry.
